TOPICOS DE TEOSOFIA
DE
"LA DOCTRINA SECRETA"
La Doctrina Secreta es la Sabiduría
acumulada de las Edades, y tan sólo su cosmogonía es el sistema más estupendo y
elaborado, por ejemplo, en el exoterísmo de los Puranas. Pero tal es el
misterioso poder del simbolismo oculto, que estos hechos que han ocupado a un
sinnúmero de generaciones de videntes iniciados y de profetas, en coordinar,
registrar y explicar, en el vertiginoso desarrollo del progreso evolutivo,
están todos grabados en unas pocas páginas de signos geométricos y glifos. La
relampagueante mirada de esos videntes ha penetrado hasta la simiente misma de
la materia y registrado allí el alma de las cosas, en donde un profano
ordinario, por más educado que fuera, hubiera sólo percibido la obra de la
forma externa. Pero la ciencia moderna no cree en el "alma de las
cosas", y rechaza por lo tanto el sistema completo de la cosmogonía
antigua.
Demás está decir que el sistema
en cuestión no es una fantasía de uno o varios individuos aislados. Que éste es
el registro ininterrumpido que abarca miles de generaciones de videntes, cuyas
respectivas experiencias fueron puestas a prueba como verificadoras de las
tradiciones transmitidas oralmente de una antigua raza a otra, y de las
enseñanzas de seres superiores y elevados, quienes mantienen vigilia sobre la
infancia de la humanidad. Que por largas edades los "Sabios" de la
Quinta Raza, provenientes del grupo rescatado del último cataclismo y desplazamiento
de continentes, han pasado su vida aprendiendo, no enseñando. ¿Cómo lo han
hecho? A lo que se ha contestado: investigando, probando y verificando en cada departamento
de la Naturaleza las antiguas tradiciones, por medio de las visiones independientes
de los grandes Adeptos, o sea, hombres que han desarrollado y perfeccionado sus
cuerpos físicos, mentales, psíquicos y espirituales hasta el más alto grado
posible. Ninguna visión de un Adepto fue jamás aceptada hasta que ésta fue
verificada y confirmada a la luz de las visiones de otros Adeptos -obtenida de tal
manera como para constituir un testimonio Independiente-y por siglos de experiencia.
LOS
DIEZ PUNTOS DE "ISIS SIN VELO"
Para comprender los principios de
la ley natural envuelta en la variedad de fenómenos que se describen a
continuación, el lector ha de tener presente las proposiciones fundamentales de
la filosofía oriental que aquí se exponen.
Recapitulemos
brevemente:
1- No hay milagro. Todo lo que sucede es
el resultado de la ley, eterna, inmutable, y por siempre activa. El milagro
aparente es tan sólo el efecto de fuerzas contrarias a lo que el Dr. W. B.
Carpenter, F.R.S. -un hombre de gran intelecto pero de poco conocimiento- llama
"las bien conocidas leyes de la Naturaleza". Como muchos de su clase,
el Dr. Carpenter ignora el factor de que hay leyes que fueron una vez
"conocidas" y son hoy desconocidas por la ciencia.
2- La Naturaleza es trina: hay la
Naturaleza objetiva y visible; otra invisible que la energiza y que es su
modelo exacto y principio vital; y por encima de ambas, el Espíritu, la fuente
de toda fuerza, y en sí lo único eterno e indestructible. Las dos primeras,
interiores, cambian constantemente; la tercera, la superior, no cambia.
3-
El
hombre es también trino: él tiene su
cuerpo físico objetivo; su cuerpo vitalizador (o alma) astral, que es el hombre
real; y estos dos son iluminados por el tercero -el soberano espíritu inmortal.
Cuando el hombre verdadero logra unificarse con el último, se convierte en una entidad
inmortal.
4- La Magia, como una ciencia, es el
conocimiento de esos principios, y también de la forma por la que la
omnisciencia del Espíritu y su control sobre las fuerzas de la Naturaleza,
pueden ser adquiridos por el individuo estando aún en el cuerpo. La Magia, como
un arte, es la aplicación de este saber en la práctica.
5- Mal aplicado, el conocimiento Arcano es
hechicería; benéficamente usada, la
verdadera magia es SABIDURIA.
6-
La
mediumnidad es lo opuesto al adeptado del
mago blanco; el médium es el instrumento pasivo de fuerzas extrañas, el Adepto
activamente se controla a sí mismo y a todas las potencias Inferiores.
7- Todas las cosas que siempre fueron, que son, o
que serán, tienen su registro en la Luz Astral,
el registro del Universo invisible; el Adepto Iniciado, usando la visión de su
propio espíritu, puede saber todo lo que ha sido, es, y podrá ser conocido.
8- Las razas humanas difieren tanto en sus
dones espirituales como en su color, estatura o cualquiera otra cualidad
externa; entre cierta gente prevalece la videncia natural, entre otras la
mediumnidad. Hay unos adictos a hechicería, y transmiten sus secretas reglas
prácticas de generación en generación, con el resultado de una gama de tonos psíquicos
más o menos amplia.
9- Un aspecto del arte mágico consiste en el
retiro consciente y voluntario del hombre interno (la forma astral) de dentro
del hombre externo (el cuerpo tísico). Este retiro también ocurre en el
caso de ciertos médiums, pero es Inconsciente e involuntario. En este último
caso, el cuerpo queda más o menos cataléptico, pero en el Adepto la ausencia de
la forma astral no sería notada, ya que los sentidos físicos permanecen alerta
y el individuo parece estar solo en una momentánea abstracción.
10- La piedra angular de la MAGIA es un
conocimiento profundo y práctico del magnetismo y de la electricidad; de sus
cualidades, correlaciones y potencias. Es específicamente necesaria una
familiaridad con sus efectos en y sobre los reinos del animal y del hombre.
Para resumir todo esto en unas pocas palabras, la
MAGIA es SABIDURIA espiritual, la Naturaleza es su aliado material, pupila y
servidora del mago, un principio vital común compenetra todas las cosas, y esto
es controlable por la perfeccionada
voluntad humana.
LAS
TRES PROPOSICIONES FUNDAMENTALES
Antes de que el lector pase a
considerarlas Estancias del Libro de Dzyan, que constituyen la base de la
presente obra, es absolutamente necesario que se familiarice con los conceptos
fundamentales que subyacen en el sistema a que se invita su atención. Estas son
las ideas fundamentales de todo lo que sigue y por lo tanto el lector deberá
familiarizarse con ellas antes de comenzar la lectura de la obra, pues de ello
dependerá su comprensión.
La
Doctrina Secreta establece tres proposiciones fundamentales:
(a) Un PRINCIPIO Omnipresente, Eterno, Sin Límites e Inmutable, sobre
el que es imposible toda especulación, ya que trasciende el poder de concepción
humano sólo lograríamos empequeñecerlo con cualquier expresión o comparación de
la inteligencia humana. Está fuera del alcance del pensamiento, y según las
palabras del Mandukya Upanishad es "inconcebible e inexplicable".
Para que el lector común perciba
más claramente estas ideas, he de comenzar con el postulado de que hay una Realidad Absoluta anterior a todo
Ser manifestado y condicionado. Esta Causa Infinita y Eterna, oscuramente
perfilada en el "inconsciente" y lo "Incognoscible" de la
actual filosofía europea, es la raíz sin raíz de "todo cuanto fue, es, y
será jamás". Está totalmente desprovista de atributos y permanece
esencialmente sin relación alguna con Ser manifestado y de la que la existencia
consciente es sólo un símbolo. Pero en cuanto nos salimos en pensamiento de
ésta que consideramos Absoluta Negación, surge la dualidad de Espíritu (o
Conciencia) y Materia, Sujeto y Objeto.
El
Espíritu (o Conciencia) y la Materia no deben considerarse, sin embargo, como realidades
independientes, sino más bien como dos símbolos o aspectos de lo Absoluto
(Parabrahman), que constituyen la base del Ser condicionado, ya sea subjetivo u
objetivo.
Considerando esta triada
metafísica como la Raíz de la cual procede toda manifestación, el Gran Aliento
viene a ser la Ideación precósmica. El es la fuente y origen de la fuerza y de
toda conciencia Individual, y provee de inteligencia guiadora al vasto plan de
Evolución cósmica. Por otra parte, la substancia-raiz
precósmica (Mulaprakriti) es el aspecto de lo Absoluto que subyace en todos
los planos objetivos de la Naturaleza. Tal como la ideación precósmica es la raíz
de toda conciencia individual, así la Substancia Pre-Cósmica es el substrato de
la Materia en sus diversos grados de diferenciación.
Por lo dicho, se verá con
claridad que el contraste entre estos dos aspectos de lo Absoluto es esencial
para la existencia del "Universo Manifestado". Separada de la Substancia
cósmica, la Ideación Cósmica no podría manifestarse como conciencia individual,
pues sólo a través de la materia surge
la conciencia como un "Yo soy Yo", siendo necesaria una base
física para localizar un rayo de la Mente Universal a un cierto grado de
complejidad. A su vez, separada de la
ideación Cósmica, la Substancia Cósmica permanecería como abstracción vacía, en
la que no podría surgir ninguna manifestación de Conciencia.
El
"Universo Manifestado", por lo tanto, está todo impregnado de la
dualidad, la cual diríamos viene a ser la esencia misma de su Existencia como
"manifestación".
Pero
así como los polos opuestos de Sujeto y Objeto, de Espíritu y Materia, son tan sólo
aspectos de la Unidad, en la cual están sintetizados, así también en el
Universo Manifestado existe "algo" que une el Espíritu a la Materia,
el Sujeto al Objeto.
Este
algo, desconocido al presente para la especulación occidental, es llamado Fohat
por los ocultistas. Es el
"puente" por el cual las "Ideas" que existen en el Pensamiento
Divino pasan a imprimirse en la Substancia Cósmica, como "Leyes de la
Naturaleza".
Fohat es pues la energía dinámica
de la Ideación Cósmica; o considerado bajo su otro aspecto, es el medio
inteligente, el poder directivo de toda manifestación, el "Pensamiento
Divino" transmitido y hecho manifiesto por medio de los Dhyan Chohans, los
Arquitectos del Mundo visible. Así pues, del Espíritu o Ideación Cósmica viene
nuestra conciencia, y de la Substancia Cósmica vienen los diversos vehículos en
que esta conciencia se individualiza y llega al yo, a la conciencia de sí mismo
o conciencia reflexiva; mientras que Fohat, en sus variadas manifestaciones, es
el eslabón misterioso que une la Mente a la materia; el principio vivificador
que electriza cada átomo para darle vida.
El
siguiente resumen de esta primera proposición fundamental ofrecerá al lector una
idea más clara:
1.
El ABSOLUTO: El Parabrahman de los vedantinos o la Realidad Una;
SAT, que, como dice Hegel, es al mismo tiempo Absoluto Ser y No-Ser.
2.
La primera Manifestación, el Logos
impersonal, y en filosofía no manifestado; el precursor del
"Manifestado'. Esta es la "Primera Causa", lo "inconsciente"
de los panteístas europeos.
3.
Espíritu-materia, VIDA; el "Espíritu del
universo", Purusha, Prakriti, o segundo Logos.
4.
La Ideación Cósmica, MAHAT o Inteligencia, la
universal Alma-Mundo; el Nóumeno Cósmico de la Materia, la base de las
operaciones inteligentes de la Naturaleza, llamada también MAHA-BUDDHI. La
REALIDAD UNA; sus aspectos duales en el Universo Condicionado.
Las
otras dos proposiciones fundamentales de la Doctrina Secreta son:
(b) La Eternidad del Universo, como un campo ilimitado, es periódicamente
"el escenario de Universos
innumerables, manifestándose y desapareciendo incesantemente", llamados
"las estrellas que se manifiestan" y las "chispas de la
Eternidad". "La Eternidad del Peregrino es como un abrir y cerrar de
ojos de la Existencia por Sí misma", dice el libro de Dzyan. La aparición
y desaparición de Mundos, es como el flujo y el reflujo regular de las mareas.
Esta
segunda aserción de la Doctrina Secreta es pues la universalidad absoluta de la
ley de periodicidad, de flujo y reflujo, de crecimiento
y decadencia, que la ciencia física ha observado y registrado en todos los
planos de la Naturaleza. Alternaciones tales como Día y Noche, Vida y Muerte,
Vigilia y Sueño, son hechos tan comunes, tan perfectamente universales y sin
excepción, que será fácil comprender por qué vemos en ellos en acción una de
las leyes absolutamente fundamentales del Universo.
Enseña
también la Doctrina Secreta:
(c) La identidad fundamental de todas las almas con el Alma Suprema Universal,
siendo esta última un aspecto de la Raíz Desconocida; y también el obligatorio
peregrinaje de cada alma — que es su destello — a través del Ciclo de
Encarnación o de "Necesidad", de acuerdo con la Ley Cíclica y Kármica,
durante todo el inmenso período. En otras palabras: ningún Buddhi puramente
espiritual (Alma Divina) puede tener una existencia consciente independiente,
antes de que la chispa que brotó de la Esencia pura del Sexto Principio
Universal, o sea, del ALMA SUPREMA, haya
(a)
pasado por todas las formas elementales pertenecientes
al mundo fenoménico de aquel Manvántara, y
(b) adquirido
individualidad, primeramente por impulso natural, y después por los esfuerzos
propios conscientemente dirigidos (y regulados por su Karma), ascendiendo así
por todos los grados de inteligencia, desde el Manas (o Mente) inferior hasta
el superior; desde el mineral y la planta hasta el Arcángel más santo
(Dhyan-.Buddha). La Doctrina fundamental de la Filoso
fía
Esotérica no admite en el hombre, ni privilegios ni dones especiales, salvo aquellos
ganados por su propio ego, por esfuerzo y mérito propios, a través de una larga
serie de metempsícosis y reencarnaciones.
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