jueves, 13 de diciembre de 2018

DAMODAR: LOS ESCRITOS DE UN CHELA INDO


DAMODAR: LOS ESCRITOS 
DE UN CHELA INDO

Selecciones de las Notas Bibliográficas acerca de Damodar K. Mavalankar, tomadas de la obra Damodar: “The Writings of a Hindu Chela”, publicadas por The Theosophy Co, Los Angeles, California.

Las últimas palabras escritas por Damodar K. Mavalankar, que han sido  publicadas  son las siguientes:

''Tomé bhat (arroz) en la mañana y proseguí solo desde Kabi, enviando de vuelta mis cosas a Darjiling, con los coolíes".
Fueron escritas en un pequeño diario de bolsillo enviado a sus amigos cuando emprendió la última etapa desde Darjiling, en la India Británica, en  su  peregrinaje hacia las tierras más allá de las gigantescas cumbres de Kanchanjunga, que se elevan a veintiocho mil pies hacia el azulado firmamento.
Nos enteramos por la obra del Coronel H. S. Olcott, Old Diary Leaves (Hojas de un Viejo Diario), Vol. III, págs. 265-6, que:
"Desde que él se reunió con H.P.B. y conmigo, en Bombay, se entregó con ininterrumpida  energía e infatigable celo a la causa de la  humanidad. Un corazón más noble no latió nunca en un pecho humano y su partida fue  uno de los más duros  golpes  que  hemos  recibido. Como ya  dijimos,  él  había  quebrantado  su  salud física en el incesante trabajo que cumplía en la Sociedad, y cuando dejó Adyar había ya comenzado a expectorar sangre y a mostrar signos de un rápido decaimiento. Sin embargo, emprendió la ardua jornada a través del Himalaya con firme decisión,  indiferente  al  mordiente  frío ,  a las ventiscas, a la carencia de refugio y alimento, firmemente determinado a llegar hasta el Gurú que había visto por primera vez en su juventud cuando  yacía enfermo, a quien no veía desde hacía mucho, que había vuelto a encontrar  cuando ingresó a la Sociedad Teosófica, y a quien, a medida que se fueron desarrollando sus facultades espirituales, pudo buscar en el suksma sarira (cuerpo sutil. Eds.). Lo que le llevó a ser tan devotamente adicto y firmemente leal a H.P.B. fue el conocimiento de que su Gurú era uno de los Adeptos fundadores de nuestro  Movimiento, el asociado íntimo de "Upasika",  como él llamó subsecuentemente a  H.P.B. Yo (el Coronel Olcott), obtuve detalles de gran interés acerca de él. Damodar no quiso conservar más vestimenta que la ropa de asceta que llevaba puesta, ni la más mínima  porción de   arroz,  harina, granos y otras provisiones secas  que  le  habían dado sus amigos.  Lo  más  que  le  permitió al jefe de los  coolíes  fue  dejarle cocinar una docena de chapaties, o tortas sin levadura. La última vez que le vieron los coolíes fue cuando avanzaba trabajosamente con el rostro vuelto hacia la frontera tibetana y desaparecía tras una vuelta del camino".

Damodar K. Mavalankar ha de haber sido anteriormente "chela", o discípulo de uno de los  grande  Mahatmas  orientales,  o  Maestros de Sabiduría, y es de presumir que ésta  no sea la primera encarnación en la cual él holló el Sendero de la Iluminación.
La señora H.P. Blavatsky dijo acerca de él:
"Damodar estaba pronto desde su último nacimiento para entrar en el más elevado Sendero, y lo  sospechaba.  Había estado esperando el anhelado  permiso para ir al Tibet antes de la expiración de los siete años ... " (The Theosophist, agosto, 1932, págs. 623-4).

La importancia de esto en el Movimiento Teosófico radica en el hecho de que  Damodar fue un elevado ejemplo de la vida  teosófica. Casi únicamente él, entre cientos de otros sinceros aspirantes, fue considerado poseedor de las condiciones necesarias para emprender el camino hacia las montañas del Tíbet, donde moraban los fundadores de la  Sociedad Teosófica, los Mahatmas Koot Hoomi y Morya.
Esos miembros de la Gran Logia de Adeptos, uno de ellos un brahmán de Kashmir, el otro un Rajput, fueron quienes decidieron iniciar el Movimiento Teosófico en un período crítico, cuando en Occidente la arena del reloj de la vida espiritual había ya descendido mucho, y cuando aun el mismo antiguo hogar Aryavarta mostraba signos de degeneración y de desintegración.
Damodar pertenecía a  una  familia  rica  de la casta  brahmán  Karhada  Maharashtra.  Poco se conoce de sus primeros años, pero  se  sabe que desde los siete sintió vehemente deseo de entregarse a una vida de devoción, y en una ocasión en que se encontraba enfermo tuvo la visión de su futuro instructor, el Maestro Koot Hoomi, quien le aseguró que no moriría, que viviría para cumplir un trabajo  muy  necesario en el mundo. En H. P.  Blavatsky  él  encontró una persona que estaba en estrecho contacto

 
 con el Maestro en quien el confiaba,  y  también más antigua en el chelado y de  mucha más experiencia que él.
Damodar ingresó a la Sociedad Teosófica casi  a  los seis  meses  después  de  la  llegada de H.P. Blavatsky a la India, en  febrero  de  1879, y pronto estuvo  en  condiciones de  ayudarla  en su trabajo de editar la revista “The Theosophist”, iniciada en  octubre  del  mismo  año.  De acuerdo a las costumbres brahmánicas tuvo que pedir autorización a su padre para residir en la Sede Central de la Sociedad y adoptar  los modos de vida de  un  sannyasin,  uno  que abandona las ataduras y atracciones mundanas, para entregarse a la vida espiritual. Esto le fue permitido, pero él hizo algo más abandonando su casta, asunto que no era de  poca importancia.
El Maestro Morya, refiriéndose a las dificultades que tenían ciertos teósofos  indos, escribió en “The Mahatma Letters to A. P. Sinnett”  (Cartas de los Mahatmas a A. P.  Sinnett), página 462:
"A menos que un hombre esté preparado para ser un teósofo en todo, es decir, para proceder como procedió D. Mavalankar, abandonar del todo su casta, sus viejas supersticiones y demostrar ser un verdadero reformador permanecerá simplemente como miembro de la Sociedad, sin esperanza alguna de tener relación con nosotros".
De acuerdo a la costumbre inda, él había sido comprometido en matrimonio en su niñez, naturalmente que sin su consentimiento, y había llegado el momento en que se esperaba asumiera las responsabilidades de la vida matrimonial. Esto hubiera obstaculizado seriamente la realización de sus esperanzas de prepararse bajo la dirección de su Maestro, en el Tíbet. Su padre, un hombre de sentimientos generosos, simpatizaba con las aspiraciones de Damodar y consintió que abandonara las obligaciones maritales, un procedimiento reconocido en la India como perfectamente  honorable en el caso de un sannyasin.  Damodar  asignó a su familia su parte del derecho a las propiedades ancestrales, en el entendido de que debería proveerse a las necesidades de su esposa. Ella consintió en todo y se alojó en la residencia de su suegro. Cuando Damodar con H.P. Blavatsky y el Coronel Olcott fue formalmente recibido en la comunidad buddhista, durante su gira por Ceylán en 1880, sus ortodoxos parientes indos se sintieron hondamente perturbados y le exigieron que retomara a su casta. Como él rehusó, ellos abandonaron la Sociedad Teosófica y se  volvieron  sus  abiertos enemigos.
Durante el viaje Damodar estuvo muy ocupado en sus obligaciones como ayudante de  Secretario de Actas, correspondiendo con las nuevas Ramas y en otras actividades que fueron creándose y al mismo tiempo proseguía su desarrollo oculto ayudado por los Maestros, como lo dice en sus escritos publicados con el título de A Hindu Chela's Diary ( Diario de un Chela Indo) en las cuatro cartas que  escribió a W.Q. Judge fechadas el 24 de enero de 1880 y  14,  21 y 23 de junio de 1881. Las pocas experiencias ocultas que se le permitió mencionar en esas cartas son sumamente interesantes pues arrojan una vívida luz acerca de los métodos por los cuales un chela aceptado  puede  recibir   instrucción   personal y beneficios espirituales de sus Maestros,  aun cuando esté trabajando arduamente en las obligaciones corrientes de la vida diaria.
Se notará en la  carta  dirigida  a  W. Q. Judge en 1880, que ya habían sido previstas valiosas oportunidades para que el joven aspirante pudiera capacitarse. El ya se encontraba realizando la intensiva disciplina espiritual, obligatoria para los chelas de su grado que deben vivir en el mundo exterior. Observaba ya algunas reglas simples acerca de la dieta y de la meditación, y probó su  sinceridad y amor por la humanidad trabajando infatigablemente por la Teosofía. Renunció al puesto público que tenía y a otros intereses más para trabajar sin interrupción, desde la  mañana  hasta la noche, en pro de la Causa en su carácter oficial y en muchas otras actividades, especialmente ayudando a  H.P. Blavatsky a editar The Theosophist, lo cual se hacía con muchas dificultades. Escribió críticas literarias, "cartas abiertas" a los corresponsales, largos y profundos comentarios e informes acerca de actividades. Durante algún  tiempo  y  antes  de partir para el Tibet, ocupó el puesto importante de administrador. Dijo el Maestro Koot Hoomi, que Damodar era "indispensable en la Sede Central" y que debido a su labor desapegada y a su completa devoción estaba recibiendo la ayuda de Ellos, "por silenciosa  que ella fuera". No debe olvidarse que Damodar tenía un cuerpo físico muy frágil y que sufría una crónica mala salud, pero que nunca cejó por eso en su trabajo. El espíritu de inegoísta devoción que le inspiraba culminó en un rápido desarrollo psíquico y espiritual. Su intelecto se había desarrollado intensamente, como puede notarse por sus escritos. Los poderes ocultos comenzaron a  revelarse  de  manera  natural  y sin forzarlos, como debe ser en todos los casos de acuerdo a las enseñanzas. Pronto estuvo en condición de transmitir mensajes astrales en servicio de su  Maestro y de  emprender viajes astrales a voluntad cuando sus obligaciones lo requerían. A veces recibía instrucciones para curar enfermos, y en tales ocasiones se le "cargaba" del magnetismo necesario para esta clase de trabajo. Algunas de las comunicaciones de los Mahatmas, publicadas en The Mahatma Letters to A. P.Sinnett, fueron transmitidas por intermedio de Damodar.
El, como también H.P. Blavatsky, tenía un aura "magnética" en congénita simpatía con las de los Maestros, la que podía usar como foco de energía para transmisiones astrales. Citamos, en parte, dos descripciones de sus actividades en los planos internos, en noviembre de 1883 durante su viaje con Olcott y otros por el norte de la India, cuando sus poderes ocultos se estaban desarrollando rápidamente.  De acuerdo  al  Coronel  Olcott:

"Damodar me dio otra prueba de los poderes que había adquirido de  trasladarse a distancias en su "doble" astral. El fue a Adyar a entrevistarse  con H.P.B., y allí oyó la voz de un  Maestro enviando un mensaje para mí, y pidió a H.P.B. que me telegrafiara el contenido del mensaje para dejarme satisfecho de la realidad de estas cosas. Al relatarme los hechos, dictó el mensaje que había escuchado y todos los presentes en mi habitación  firmaron  un  certificado atestiguando lo sucedido. A la mañana siguiente me fue entregado por el cartero el esperado telegrama de H.P.B., siendo esta la costumbre en la India para la entrega de mensajes "diferidos". El telegrama corroboró el mensaje dictado y atestiguado de Damodar y los testigos presentes firmaron en el reverso del despacho". (Old Diary Leaves, Vol. 111, págs. 29-30).
He aquí otro caso que relata el Coronel Olcott:
"Al poner su cuerpo en sueño como de costumbre, Damodar se dirigió de inmediato a la casa del Maestro en los Himalayas, encontrándose al llegar que el Maestro  se  había  ausentado, también en su cuerpo astral, y por el  poder  de  atracción que ejerce el Maestro sobre su discípulo, Damodar se  sintió  arrastrado  por una fuerza tan poderosa e  instantánea, como si se hubiera aventurado en  la  profunda e impetuosa corriente de un río y hubiera perdido pie. El  próximo minuto él se encontró en Adyar, en presencia de su Maestro y de H. P.  B.".  ( Obra  citada pág. 31).

El Coronel Olcott describe otra visita astral de Damodar a,  H.P.B., ocurrida cerca de una semana más tarde en el tren que se dirigía a Lahore. Poco tiempo después, cuando Damodar y Olcott se encontraban en Lahore, los dos tuvieron el privilegio de encontrarse y conversar con el Mahatma Koot Hoomi en su cuerpo físico. Se acercaba el momento en que terminaría el período probatorio de Damodar, considerablemente abreviado por su rápido adelanto, y se le permitiría comenzar su entrenamiento en el Tíbet. El 25 de noviembre de 1883, poco después de su encuentro con el Mahatma en Lahore y cuando Damodar y Olcott se encontraban descansando unos pocos días en Jammu, en Cachemira, como huéspedes del Maharaja, los Maestros llamaron a  Damodar a uno de sus retiros (ashramas)  que  no se encontraba muy alejado en la selva. Damodar partió de inmediato sin siquiera avisar a Olcott, quien se alarmó por su desaparición hasta que H.P.B. le telegrafió desde Adyar que el Maestro le había dicho que Damodar retornaría. Retornó antes de tres días completamente cambiado. Un hombre "aparentemente  robusto, endurecido, de porte intrépido y enérgico; casi nos era imposible creer que era el mismo hombre". Así escribió Olcott acerca de él.
La experiencia de Damodar en el ashrama de su Maestro fue evidentemente una preparación para su viaje al Tibet. H.P. Blavatsky y el Coronel Olcott sentían el mayor respeto y afecto por él, y la elevada estimación en que le tenían los  Maestros está descrita en una carta de  Olcott a Miss Francesca Arundale, del 9 de febrero de 1885. En ella dice que Damodar partía para el Tíbet y que el Maestro había arreglado de forma que si H.P. Blavatsky, que estaba muy enferma, fallecía antes de que Damodar retornara para tomar su lugar como eslabón entre los Maestros y  la Sociedad Teosófica, Olcott tendría que llenar el vacío por un tiempo. William Q. Judge correspondía frecuentemente con Damodar de quien tenía una muy elevada opinión.

El 31 de marzo de 1885, H. P. B. se embarcó para Europa con la misión de escribir, en relativa tranquilidad, su gran obra “La Doctrina Secreta”. Damodar dejó Adyar el 23 de febrero, iniciando la primera etapa de su  largo viaje. En su camino se detuvo en Calcuta, Benarés, Darjiling y Sikkim. En Benarés tuvo largas conversaciones con la mujer asceta que llamaban Maji (En “A Hindu Chela's Diary” (Diario de Viaje de un  Chela) Damodar narra su  encuentro  con  Maji  y  su entrevista en el ashrama de los Maestros.- Eds ) Tuvo que esperar en Benarés durante unos quince días  hasta que recibió orden de emprender la marcha de inmediato hacia Sikkim, donde le esperaría  un  distinguido personaje bajo cuya protección había de viajar hasta la "Tierra  Prohibida". El 23 de abril de  1885,  comenzaron  el  peligroso cruce de los Himalayas.
En ocasiones, durante la estadía de H. P. Blavatsky en Würzburg en 1885-6, los Maestros y algunos de sus chelas la visitaban en sus vehículos astrales. La condesa Wachtmeister, una  extraordinaria  clarividente también los vio. 
El  4-6   de  enero  de 1886  escribió H.P. Blavatsky a A. P. Sinnett:
"Vi a Damodar anoche. . .¡Feliz  Damodar! Fue hacia la Tierra de la Bienaventuranza, al Tíbet, y debe ahora estar muy lejos, en las regiones de nuestros Maestros".

C. J. Ryan.


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