Los Elementales y los
Elementarios.
Elementales.- Espíritus de los Elementos.
Criaturas
desarrolladas en los cuatro reinos o elementos: tierra, aire, fuego y agua.
Los cabalistas los
denominan:
Gnomos
(los de la tierra),
Silfos
(los del aire),
Salamandras (los del fuego) y
Ondinas
(los del agua).
Excepto unos pocos
de las especies superiores, y sus regentes, son más bien fuerzas de la Naturaleza,
que hombres o mujeres etéreos.
Estas fuerzas, como
serviles agentes de los ocultistas, pueden producir diversos efectos; pero si
son empleadas por “Elementarios” (estos seres
los describo mas abajo)
–en cuyo caso esclavizan a los médium-, ellos engañarán a la gente crédula.
Todos los seres inferiores invisibles engendrados en los planos quinto, sexto y séptimo de
nuestra atmósfera terrestre, se llaman Elementales: Peris, Devs, Djins [o Jins], Silvanos, Sátiros, Faunos,
Elfos, Enanos, Trolls, Kobolds, Brownias, Nixias, Trasgos, Duendes, Pinkies,
Branshees, Gente musgosa, Damas blancas, Fantasmas, Hadas, etc.
Los Elementales son
espíritus de la Naturaleza.
Seres materiales, pero invisibles (para nosotros),
de naturaleza etérea, que viven en los elementos del aire, agua, tierra o fuego.
No son inmortales
sino que están hechos de la substancia del alma, y tienen varios grados de inteligencia. Sus caracteres difieren considerablemente. Representan en su naturaleza todos los grados
del sentimiento. Unos de ellos son de
índole benéfica, y otros maléfica.
(F. Hartmann).
En el mundo astral… hay numerosas huestes de elementos
naturales, o espíritus de la Naturaleza, divididos en cinco clases principales,
que son los elementales del éter, del
fuego, del aire, del agua y de la tierra.
Los últimos cuatro grupos eran denominados en el ocultismo medieval: Salamandras,
Silfos, Ondinas y Gnomos. (Inútil es decir que hay otras dos clases que completan
las siete, que no nos interesan por ahora, puesto que aun no están manifestadas)…
Estos seres tienen
por tarea mantener las actividades relacionadas con sus elementos respectivos; son los conductos mediante los cuales
obran las energías divinas en estos diversos medios y son en cada elemento la expresión viva
de la ley.
A
la cabeza de cada una de estas divisiones hay un gran Ser (Deva o Dios),
jefe de una poderosa hueste inteligencia directriz y guía de todo el departamento
de la Naturaleza regido y animado por la clase de elementales que están bajo su
dominio.
Así, Agni, dios del fuego, es una gran
entidad espiritual relacionada con las manifestaciones del fuego en todos los
planos del universo y mantiene su gobierno por medio de las legiones de
elementales del fuego.
Conociendo la naturaleza
de éstos y sabiendo los métodos para dominarlos, se obran los llamados milagros
o hechos mágicos que de vez en cuando se registran en la prensa.
Los
cinco dioses que presiden a los elementos son:
Indra, señor del Âkâza
o éter;
Agni, señor del fuego;
Pavana [o Vâyu], señor del aire;
Varuna, señor del agua, y
Kchiti, señor de la tierra.
Elementarios.- Propiamente, son las almas desencarnadas
de las personas depravadas.
Estas
almas, algún tiempo antes de la muerte, separaron de sí mismas su respectivo
Espíritu divino perdiendo de este modo sus posibilidades de inmortalidad.
Pero en el grado
actual de ilustración, se ha creído mejor aplicar dicho término a los fantasmas
de personas desencarnadas, en general, aquellos cuya residencia temporal es el Kâma-loka
[o sea, los restos Kâma rûpicos de seres humanos en proceso de desintegración, susceptibles
de ser temporalmente revivificados y hechos conscientes en parte por medio de corrientes
de pensamiento o magnéticas de personas vivas.]
Eliphas Lévi y
algunos otros cabalistas hacen poca distinción entre los espíritus elementarios
que habían sido hombres, y aquellos seres que pueblan los elementos y son las
fuerzas ciegas de la Naturaleza. Una vez divorciadas de sus tríadas superiores
y de sus cuerpos, dichas almas permanecen en sus envolturas kâma-rûpicas, y son irresistiblemente
atraídas a la tierra en medio de elementos afines a sus groseras naturalezas.
Su permanencia en el Kâma-loka
varía en cuanto a su duración; pero termina invariablemente en desintegración,
disolviéndose como una columna de niebla, átomo por átomo, en los elementos que
las rodean.
Los Elementarios
son los cadáveres astrales de los muertos, la contraparte etérea de la persona
que un tiempo vivió, que tarde o temprano de descompondrá en sus elementos astrales,
de igual modo que el cuerpo físico se disuelve en los elementos a que pertenece.
Estos elementarios,
en condiciones normales, no tienen
conciencia propia; pero pueden
recibir vitalidad de un médium, y por ello son, digámoslo así, galvanizados durante
pocos minutos, volviendo a la vida y conciencia (artificiales), y entonces
pueden hablar, obrar y recordar con claridad cosas que hicieron durante la vida. Con mucha frecuencia son observados por los
Elementales, que se sirven de ellos como máscaras para representar personas difuntas
y engañar a la gente crédula.
Los Elementarios de personas
buenas tienen poca cohesión y se evaporan pronto; los de los malvados pueden durar
largo tiempo; los de los suicidas, etc., tienen vida y conciencia propias
mientras no se ha verificado la separación de los principios (esta división se
da a consecuencia de la atracción opuesta de la Materia y el Espíritu). Una vez
llevado a cabo, el cuerpo astral se disolverá en sus elementos, y el Espíritu
entrará en el estado espiritual.
(Tomado del Glosario Teosófico)
Los seres elementales pueden provocar catástrofes naturales o son los elementarios?
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