LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 37
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
(Carta escrita por un chela
del Maestro)
CARTA Nº 37
Recibida en
Allahabad, enero de 1882
Privada
Honorable señor:
El Maestro ha despertado y me pide que escriba. Sintiéndolo mucho, por ciertas razones,
hasta que no haya transcurrido cierto tiempo no podrá exponerse a las
corrientes de pensamiento que afluyen de una forma tan poderosa desde el otro
lado del Himavat (Himalaya.). Por esta razón se
me ha ordenado que sea la mano que redacte Su mensaje. He de decirle que El "sigue
siendo tan amigo suyo ahora como antes, y está muy satisfecho, tanto de sus
buenas intenciones como también de la manera de llevarlas a cabo, hasta donde alcanzan
sus posibilidades.
Usted ha demostrado su afecto y su sinceridad con su
dedicación.
El impulso que ha dado personalmente a la Causa que
amamos no se detendrá; por lo tanto, sus frutos (prescindimos de la palabra
"recompensa porque la usan los "santurrones") no le serán negados
cuando se ajuste su balanza de causas y efectos —su Karma.
Trabajando con generosidad y riesgo personal por su
prójimo, usted ha trabajado muy provechosamente para sí mismo.
Un año ha marcado un gran cambio en su corazón.
El hombre de 1880 apenas reconocería al hombre de 1881,
si fueran confrontados. Compárelos, pues, mi buen amigo y Hermano, para que
pueda darse cuenta de lo que el tiempo ha hecho, o mejor dicho, de lo que usted
ha hecho con el tiempo. Para hacer esto medite —sólo para contemplarse en el
mágico espejo de la memoria.
De este modo, usted
no sólo verá las luces y las sombras del Pasado, sino también los posibles esplendores
del Futuro. Así, en su momento, llegará a ver el Ego de otros tiempos en su desnuda
realidad. Y así también, usted sabrá de mí, directamente, en la primera oportunidad
que se presente, "porque nosotros
no somos ingratos, y ni siquiera el Nirvana puede obliterar el BIEN".
Estas son las
palabras del Maestro, cuando con Su ayuda se me permite expresarlas en su
lengua, honorable
señor. Al mismo tiempo, se me autoriza personalmente a darle las más
expresivas gracias
por la sincera comprensión que demostró hacia mí en el momento en que un leve
accidente ocasionado por un descuido mío, me dejó postrado en mi lecho de
enfermo.
Aunque puede que
usted haya leído en las obras modernas sobre mesmerismo de qué manera lo que
nosotros llamamos "Esencia de la
Voluntad" —y ustedes "fluido"—
se transmite desde el operador hasta el punto de su objetivo,
usted tal vez apenas se dé cuenta de cómo, prácticamente cada uno, si bien
inconscientemente, está poniendo de manifiesto esta ley cada día y en cada
momento.
Tampoco puede usted
darse cuenta totalmente de cómo la preparación para el adeptado aumenta la
capacidad de uno, tanto para emitir como para captar esa clase de fuerza. Le
aseguro a usted que, aún cuando no soy más que un humilde chela, sentí sus
buenos deseos llegando hasta mí, como un convaleciente siente, en las frías montañas,
que le llega la suave brisa desde las bajas llanuras.
También debo decirle que en cierto señor Bennett, de
América, que pronto llegará a Bombay, puede usted reconocer a una persona que,
a pesar de su provincialismo nacional, que usted tanto detesta, y de su pronunciada
inclinación hacia el ateísmo, es uno de
nuestros agentes (cosa que él desconoce) para llevar a la práctica el plan
para la liberación del pensamiento occidental de las creencias supersticiosas. Si usted puede
encontrar la manera de proporcionarle una idea correcta del verdadero estado
actual y del estado potencial futuro del pensamiento asiático, pero más
particularmente del pensamiento de la India, será muy satisfactorio para mi
Maestro.
El desea de mí que, al mismo tiempo, le haga saber que
no debería usted sentir un escrúpulo tan exagerado al tomar de manos del señor
Hume el trabajo que éste no ha terminado. Este caballero sólo quiere hacer lo
que se adapta a su fantasía personal, sin consideración alguna hacia los
sentimientos de los demás. Su actual labor —una pirámide de energía intelectual
desperdiciada— sus objeciones y sus razonamientos, todo está calculado sólo para
exonerarse.
El Maestro deplora encontrar en él el mismo espíritu de absoluto egoísmo
inconsciente sin consideración al bien de la Causa que representa. Si en cierto
modo, parece interesado en ella, es porque encuentra resistencia y se siente
impulsado a la combatividad. Así pues, la respuesta a la carta del señor Terry,
enviada desde Bombay, debería haberse publicado en el número de enero. El Maestro
pregunta si sería usted tan amable de ocuparse de esto. El Maestro piensa que
usted puede hacerlo tan bien como el señor Hume, tan sólo con que lo intente, pues en usted, la facultad metafísica está sólo inactiva
y se desarrollaría por completo si la despertara plenamente a la acción mediante
su uso constante.
Y en cuanto a nuestro reverenciado M., desea que le asegure a usted que el secreto
del amor profesado por Hume a la humanidad radica y se basa en la presencia fortuita
en esta palabra (Juego de palabras.
En inglés Humanity y el principio del apellido de Hume, coinciden. En cambio,
la palabra con el mismo significado "mankind", género humano, no
tiene ninguna coincidencia. Es una ironía del M.M.-)
de la primera
sílaba, ya que él no siente ninguna simpatía por el "género humano".
Puesto que el
Maestro no podrá escribirle personalmente durante uno o dos meses (aunque
usted siempre sabrá
de él) —le ruega que prosiga con sus estudios metafísicos por consideración a Él,
y que no abandone la tarea, desesperado, cuando se encuentre con ideas incomprensibles
en las notas del Sahib M., tanto más
cuanto que el Sahib M., si algo aborrece en su vida, es escribir.
En conclusión: el
Maestro le envía Sus mejores deseos, rogándole que no Le olvide, y me ordena
que firme yo mismo, su obediente servidor,
"EL
DESHEREDADO".
P.D. Si usted desea
escribirle, aunque no le pueda contestar personalmente, el Maestro
recibirá con placer
sus cartas. Puede usted hacerlo por mediación de D.K. Mavalankar.
DD. (Abreviación de Disinherited
(desheredado).)
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