martes, 29 de mayo de 2018

La Genealogía Espiritual, PRIMERA CONFERENCIA, Parte VII


La Genealogía Espiritual
      PRIMERA CONFERENCIA     
                                Parte VII        

Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant

Ahora debemos dar al Hijo el nombre del Padre, a la Imagen el nombre del Vigilante, y llamarlo la Monada, pues no hay otro nombre por medio del cual se pueda describir correctamente, y en realidad el es una y la misma cosa. Pero la Imagen esta ahora revestida de materia, velada por Avidya, y, cegada por la envoltura que todavía no conoce, es débil y limitada en el mundo en que ha entrado. Con el tiempo llega a ser dueña del mundo, pero antes tiene que aprender a obedecer. "Aunque el fuese un hijo, esto no obstante aprendió a obedecer debido a los sufrimientos que experimenta, y habiéndose hecho perfecto" (Hebreos, V, 8, 9.), se hizo Dueño de la Vida y de la Muerte.
El hijo olvida el lugar de su nacimiento a medida que se sume en la materia, y solo gradualmente los choques externos despiertan su dormida divinidad y hacen que responda y se manifieste.
Como hemos visto, las Monadas están ahora prontas para pasar a la primera Cadena planetaria, la Cadena Arquetipo. Todo lo que de estas Monadas sabemos es que las más avanzadas de ellas se convirtieron en Asuras y pasaron a formar parte de la quinta Jerarquía Creadora.
Otras, menos avanzadas, continuaron su evolución en la segunda Cadena planetaria, la Creadora, y las más avanzadas de ostas se convirtieron en Agnishvattas, y entraron en la sexta Jerarquía Creadora.
Una vez más las menos avanzadas prosiguieron su evolución en la tercera Cadena planetaria, la lunar, y aquí las vemos surgir de ella clasificadas en tres grandes grupos.
En primer término hay los verdaderos Pitris, llamados a veces Pitris Lunares, pero que con mejor propiedad se pueden llamar los Pitris Barhishads, que son las entidades más avanzadas de la Cadena Lunar, los cuales pasaron a su conclusión a la séptima Jerarquía Creadora. Estos Pitris son los "Dioses Lunares", los "Señores de la Luna de los cuerpos aéreos", cuyo deber es dirigir la evolución física en la cuarta Cadena planetaria, la terrestre. Aunque menos desarrolladas, pertenecen a esta clase de Pitris otras dos clases de Monadas, llamadas diversamente Dhyanis Menores y Pitris Solares, las cuales constituyen las categorías de la Cadena lunar que siguen inmediatamente después de los Pitris Barhishads; la primera clase había desarrollado ya el cuerpo causal, y la segunda estaba pronta para su formación, hallándose de esta suerte todas ellas demasiado avanzadas en su evolución para formar parte de la cuarta Cadena en sus primeras Rondas, por cuyo motivo solo entraron a formar parte de ella a la mitad próximamente de la cuarta Ronda, durante la tercera y cuarta Razas Raíz. Por lo tanto, este primer gran grupo comprende tres clases de Monadas.
Cuatro clases de Monadas suficientemente desarrolladas para alcanzar la etapa humana durante las tres y media primeras Rondas de la Cadena terrestre. Estas Monadas son también con frecuencia llamadas "Pitris lunares", y este nombre no está del todo mal aplicado, puesto que proceden de la Cadena lunar; sin embargo, no son los "antecesores" de los hombres, sino que se están desarrollando en hombres, por cuyo motivo no deben ser llamadas Pitris. Como quiera que sea, H. P. B. les dio este nombre, el cual ha tornado carta de naturaleza en la terminología Teosófica. Esto importa poco, con tal que no sean confundidas con los genuinos
Pitris Lunares del Grupo primero, los Señores de la Luna.
Tres clases de Monadas procedentes de la evolución lunar que se quedaron demasiado rezagadas del avance general. Estas Monadas solo serán humanas a la conclusión de la séptima Ronda de la Cadena terrestre, y formaran la humanidad de la quinta Cadena Planetaria, la que sucederá a la nuestra. Al presente se hallan subiendo su lento camino ascendente en los reinos mineral, vegetal y animal.
Las siete clases que constituyen los Grupos 29 y 39, son las siete clases de "Pitris lunares" mencionados a menudo por H. P. B. A fin de evitar confusiones, los llamare simplemente "Monadas de la Cadena lunar" -termino también empleado por ella- o Monadas exlunares, y limitare el empleo de la palabra "Pitris Lunares" a los "Señores de la Luna de los cuerpos aéreos". Se dice que las Monadas de la Cadena lunar están clasificadas según su "evolución, conciencia y merito" (Doctrina Secreta, I, 195.) y que esto fijo su herencia en el transcurso del tiempo.
Estas siete clases de Monadas, que son el resultado de estas diferencias evolucionarias, no deben ser confundidas con los siete tipos de Monadas que son el resultado de los colores recibidos de los siete Logos Planetarios antes mencionados. En cada una de las siete clases se hallaran Monadas de todos los siete tipos, de modo que cada clase tiene representantes de cada uno de los siete colores. Por tanto, estos siete tipos aparecen simultáneamente y uno al lado del otro, cuando una clase entra a formar parte de la Cadena planetaria, y cada clase sucesiva presenta por si sola los siete tipos.
Para la exposición de la genealogía monádica del hombre, omitimos al presente al Grupo primero, a los Pitris Lunares, porque están relacionados con la evolución física, así como a las dos clases de Dhyanis Menores, porque se hallan en el Nirvana lunar, asimilándose los resultados espirituales y mentales de pasadas experiencias, y no entraran a formar parte de la Cadena terrestre hasta la quinta Ronda. Aquí solo debemos ocuparnos de los Grupos segundo y tercero, esto es, de las siete clases que sucesivamente vienen a la tierra.
La Monada, Atma-Buddhi-Manas, cobija las formas que evolucionan no descendiendo más allá del nivel atómico del plano manásico, y allí únicamente está representada por el átomo manásico, adquirido por su Cadena, como antes se ha dicho, con la ayuda de las Ordenes Creadoras quinta y sexta. Es emitido un hilo de vida revestido de materia buddhica, el cual se une a los átomos disponibles apropiándoselos en cada etapa sucesiva como "átomos permanentes", y estos átomos forman parte de las formas preparadas para la Monada por la agencia de los Señores de la Luna, en el orden que estudiaremos al tratar de la "Evolución Física". Bastara decir aquí que en cada Globo están representados los siete reinos; tres reinos elementales, un reino mineral, otro vegetal, otro animal y otro humano.
Los reinos que son peculiares a la Ronda que tiene lugar, o a las precedentes, están plenamente representados, mas aquellos que se hallan mas allí de la evolución de esta Ronda solo lo están embrionariamente. Aunque podrá parecer extraño tratar a nuestra actual humanidad de embrionaria, sin embargo, así es en realidad, cuando se la compara con los esplendorosos seres imposibles de imaginar al presente que constituirán la humanidad de la séptima Cadena, la humana. Cada reino está dividido en siete etapas, departamentos o provincias, como lo vemos claramente cuando estudiamos al hombre en sus siete Razas Raíz, aunque estas etapas no son tan visibles a nuestros ojos en los reinos inferiores. Y en realidad solo reconocemos su existencia por el hecho de que las Monadas marchan más lentamente en proporción de lo que están menos desarrolladas, siendo arrastradas gradualmente en su lento movimiento de avance, y quedándose las más jóvenes cada vez mas y mas rezagadas a medida que viajan a lo largo de los Globos de la Cadena terrestre.

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