La Genealogía Espiritual
PRIMERA CONFERENCIA
Parte VII
Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant
Ahora debemos dar al Hijo el nombre del Padre, a la
Imagen el nombre del Vigilante, y llamarlo la Monada, pues no hay otro nombre
por medio del cual se pueda describir correctamente, y en realidad el es una y
la misma cosa. Pero la Imagen
esta ahora revestida de materia, velada por Avidya, y, cegada por la envoltura
que todavía no conoce, es débil y limitada en el mundo en que ha entrado.
Con el tiempo llega a ser dueña del mundo, pero antes tiene que aprender a
obedecer. "Aunque el fuese un hijo,
esto no obstante aprendió a obedecer debido a los sufrimientos que experimenta,
y habiéndose hecho perfecto" (Hebreos, V, 8, 9.), se hizo Dueño de la Vida y de la Muerte.
El hijo olvida
el lugar de su nacimiento a medida que se sume en la materia, y solo
gradualmente los choques externos despiertan su dormida divinidad y hacen que
responda y se manifieste.
Como hemos
visto, las Monadas están ahora prontas para pasar a la primera Cadena
planetaria, la Cadena Arquetipo. Todo lo que de estas Monadas sabemos es que
las más avanzadas de ellas se convirtieron en Asuras y pasaron a formar parte
de la quinta Jerarquía Creadora.
Otras, menos
avanzadas, continuaron su evolución en la segunda Cadena planetaria, la
Creadora, y las más avanzadas de ostas se convirtieron en Agnishvattas, y
entraron en la sexta Jerarquía Creadora.
Una vez más las
menos avanzadas prosiguieron su evolución en la tercera Cadena planetaria, la
lunar, y aquí las vemos surgir de ella clasificadas en tres grandes grupos.
1° En primer término
hay los verdaderos Pitris, llamados a veces Pitris
Lunares, pero que con mejor propiedad se pueden llamar los Pitris Barhishads, que son las entidades más
avanzadas de la Cadena Lunar, los cuales
pasaron a su conclusión a la séptima Jerarquía
Creadora. Estos Pitris son los "Dioses Lunares", los "Señores
de la Luna de los cuerpos aéreos", cuyo
deber es dirigir la evolución física en la cuarta Cadena planetaria, la
terrestre. Aunque menos
desarrolladas, pertenecen a esta clase de Pitris otras dos clases de Monadas,
llamadas diversamente Dhyanis Menores y Pitris Solares, las cuales constituyen las
categorías de la Cadena lunar que siguen inmediatamente después de los Pitris
Barhishads; la primera clase
había desarrollado ya el cuerpo causal, y la segunda estaba pronta para su
formación, hallándose de esta suerte todas ellas demasiado avanzadas en su
evolución para formar parte de la cuarta Cadena en sus primeras Rondas, por
cuyo motivo solo entraron a formar parte de ella a la mitad próximamente de la
cuarta Ronda, durante la tercera y cuarta Razas Raíz. Por lo tanto, este primer
gran grupo comprende tres clases de Monadas.
2° Cuatro clases de
Monadas suficientemente desarrolladas para alcanzar la etapa humana durante las
tres y media primeras Rondas de la Cadena terrestre. Estas Monadas son también
con frecuencia llamadas "Pitris lunares", y este nombre no está del
todo mal aplicado, puesto que proceden de la Cadena lunar; sin embargo, no son los "antecesores" de los hombres, sino que
se están desarrollando en hombres, por cuyo motivo no deben ser llamadas
Pitris. Como
quiera que sea, H. P. B. les dio este nombre, el cual ha tornado carta de naturaleza
en la terminología Teosófica. Esto importa poco, con tal que no sean
confundidas con los genuinos
Pitris Lunares
del Grupo primero, los Señores de la Luna.
3° Tres clases de
Monadas procedentes de la evolución lunar que se quedaron demasiado rezagadas
del avance general. Estas Monadas solo serán
humanas a la conclusión de la séptima Ronda de la Cadena terrestre, y formaran
la humanidad de la quinta Cadena Planetaria, la que sucederá a la nuestra. Al presente se hallan subiendo su lento
camino ascendente en los reinos mineral, vegetal y animal.
Las siete clases
que constituyen los Grupos 29 y 39, son las siete clases de "Pitris
lunares" mencionados a menudo por H. P. B. A fin de evitar confusiones,
los llamare simplemente "Monadas de la
Cadena lunar" -termino también empleado por ella- o Monadas exlunares,
y limitare el empleo de la palabra
"Pitris Lunares" a los "Señores de la Luna de los cuerpos aéreos".
Se dice
que las Monadas de la Cadena lunar están
clasificadas según su "evolución, conciencia y merito" (Doctrina
Secreta, I, 195.) y que esto fijo su herencia en el transcurso del tiempo.
Estas siete
clases de Monadas, que son el resultado de
estas diferencias evolucionarias, no
deben ser confundidas con los siete tipos de Monadas que son el resultado de
los colores recibidos de los siete Logos Planetarios antes mencionados. En cada una de las siete clases se hallaran
Monadas de todos los siete tipos, de modo que cada clase tiene representantes
de cada uno de los siete colores. Por tanto, estos siete tipos aparecen simultáneamente y uno al lado del otro,
cuando una clase entra a formar parte de la Cadena planetaria, y cada clase
sucesiva presenta por si sola los siete tipos.
Para la
exposición de la genealogía monádica del hombre, omitimos al presente al Grupo
primero, a los Pitris Lunares, porque están relacionados con la evolución
física, así como a las dos clases de Dhyanis Menores, porque se hallan en el Nirvana
lunar, asimilándose los resultados espirituales y mentales de pasadas experiencias,
y no entraran a formar parte de la Cadena terrestre hasta la quinta Ronda. Aquí solo debemos ocuparnos de los Grupos
segundo y tercero, esto es, de las siete clases que sucesivamente vienen a la
tierra.
La Monada,
Atma-Buddhi-Manas, cobija las formas que evolucionan no descendiendo más allá
del nivel atómico del plano manásico, y allí únicamente está representada por
el átomo manásico, adquirido por su Cadena, como antes se ha dicho, con la
ayuda de las Ordenes Creadoras quinta y sexta. Es emitido un hilo de vida revestido de materia buddhica,
el cual se une a los átomos disponibles apropiándoselos en cada etapa sucesiva
como "átomos permanentes", y
estos átomos forman parte de las formas preparadas para la Monada por la
agencia de los Señores de la Luna, en el orden que estudiaremos al tratar de la
"Evolución Física". Bastara decir
aquí que en cada Globo están representados los siete reinos; tres reinos
elementales, un reino mineral, otro vegetal, otro animal y otro humano.
Los reinos que
son peculiares a la Ronda que tiene lugar, o a las precedentes, están
plenamente representados, mas aquellos que se hallan mas allí de la evolución
de esta Ronda solo lo están embrionariamente. Aunque podrá parecer extraño tratar a nuestra actual
humanidad de embrionaria, sin embargo, así es en realidad, cuando se la compara
con los esplendorosos seres imposibles de imaginar al presente que constituirán
la humanidad de la séptima Cadena, la humana. Cada reino está dividido en siete etapas, departamentos
o provincias, como lo vemos claramente cuando estudiamos al hombre en sus siete
Razas Raíz, aunque estas etapas no son tan visibles a nuestros ojos en los
reinos inferiores. Y en realidad solo reconocemos su existencia por el hecho
de que las Monadas marchan más lentamente en proporción de lo que están menos
desarrolladas, siendo arrastradas gradualmente en su lento movimiento de
avance, y quedándose las más jóvenes cada vez mas y mas rezagadas a medida que
viajan a lo largo de los Globos de la Cadena terrestre.
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