La Genealogía Física
SEGUNDA CONFERENCIA
Parte VI
Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant
Entonces se
cumplen los imperiosos mandatos de los Señores que son los Gobernadores de
todo.
Escuchad algunos de los magníficos versos de las Stanzas
del Libro de la Sabiduría:
"Los grandes Chohans, llamados los Señores de la
Luna, los de los cuerpos aéreos: Crean hombres, hombres de vuestra naturaleza.
Les dan sus formas internas. La naturaleza construirá las cáscaras externas.
Varones-Hembras ellos serán.
Los Señores de la Llama también! ... Ellos fueron cada
uno a la tierra que tenían designada. Siete de ellos, cada uno a su lote. Los
Señores de la Llama permanecen detrás. Ellos no querían ir, ellos no querían
crear. Las Siete Huestes, los Señores nacidos de la Voluntad, producen hombres
de sí mismos, cada uno en su propia zona. Siete veces siete sombras de hombres
futuros nacieron, cada una de ellas de su propio color y especie, cada una de
ellas inferior a su Padre. Los Padres, los sin hueso, no podían dar vida a
seres con hueso. Su progenie era Bhuta, sin forma ni mente. Por lo tanto ellos
son llamados el chhaya" (Stanzas, D. S., II, 17, 18.)
Hay cuatro clases de Monadas lunares prontas para la encarnación humana, y los Pitris
Barhishad, descendiendo a nuestra tierra, a la Tierra Imperecedera, segregan de
sus cuerpos etéreos un chhaya, una "sombra", un germen de vida que contiene
en si las potencialidades de desarrollarse en una forma humana.
Esta sombra es
enorme, filamentosa, sin sexo, un Bhuta vacío flotando en la densa atmósfera y
en los hirvientes mares. Los Pitris
moldean y perfeccionan estas enormes e indefinidas formas proteicas de materia
etérea que presentan diversos aspectos, y que contienen los gérmenes de todas
formas que los Pitris aportan procedentes de anteriores evoluciones, las
cuales son del color de la luna, amarillo-blanco de variados matices. En las cuatro
clases de Pitris Barhishad que así proporcionan el germen de vida para la
construcción de la forma de su progenie, el hombre físico, hay, como hemos
visto, siete distintas subclases, y cada subclase provee de habitantes uno de
los siete promontorios: "Siete de
ellos, cada uno en su lote ... producen hombres de sí mismos, cada uno en su
propia zona".
Pero se dice:
"Siete veces siete sombras de hombres futuros
nacieron", y por lo tanto es muy natural preguntar:
¿De dónde procede
este séxtuple aumento?
Cada clase de
Pitris Barhishad, no solo contiene sus siete subclases en distintas etapas de
desarrollo, como ya se ha dicho antes, sino que cada una de estas siete
subclases, está constituida por grados sucesivos de evolución, y contiene, por
lo tanto, individuos de cada uno de los siete tipos que también se han
mencionado anteriormente, y de aquí las "siete veces siete".
Hallándose las
Monadas ex lunares en diversos grados de evolución, no podían hallar
tabernáculos a propósito para su ulterior desarrollo en los chhayas de un solo
grado evolucionario, por cuyo motivo estas cuatro clases de Monadas pasaron a
los respectivos chhayas que les correspondían según era el desenvolvimiento que
habían alcanzado a su paso por las tres y media Rondas precedentes. Muchas formas,
muchas especies, muchos tipos fueron indispensables para que cada Monada
pudiese tener su tabernáculo apropiado, y para que las cuarenta y nueve sombras
de hombres futuros fuesen provistas de las condiciones indispensables.
Estas formas proteicas, salidas de los cuerpos etéreos de
sus progenitores -a la manera que se ve salir el doble etéreo del costado de un
médium fueron la primera Raza humana "Humana " diréis.
¿Pero, no es
esto que se llama humano, esta extraña, incoherente y confusa forma, más
semejante a una masa de limo viscoso -como el supuesto Barthybius- que a un ser
humano?
¿Por qué llamáis
humana a esta forma?
¿Por qué llamáis
humana a la primera aglomeración fetal de células que se forma en la matriz de
la madre, la cual es tan distinta de la forma humana?
¿Por qué llamáis
a esta aglomeración un embrión humano?
¿Por qué en esta
forma, que no es humana, evoluciona el hombre futuro, y por lo tanto el
desarrollo debe ser humano y no otra cosa?
Por esto, aunque
esta forma nada tiene de humana en apariencia, aunque no es más que el mero
embrión del hombre futuro, esto no obstante la llamamos "humana",
debido a que la Monada que la informa ha alcanzado la etapa humana, y llamamos
a la forma por el nombre de la vida que en ella reside, y no por la mera
apariencia externa. Por esta razón decimos que estas formas constituyen la
primera Raza humana.
Estas enormes
formas son impelidas de acá para allá, y
son insensibles y pasivas. Como hemos
visto, hallándose la conciencia en el nivel átmico, solo puede afectar muy
ligeramente a estos toscos cuerpos, los cuales únicamente poseen por modo muy
imperfecto el sentido auditivo y una confusa conciencia del fuego.
Debido a que la
conciencia que animaba a estas formas era de una naturaleza tan elevada, se las
ha llamado a veces la Raza de los Dioses, así como los hijos de Yoga -los Pitris emitiendo sus chhayas cuando se hallaban
sumergidos en la meditación yoga- y hasta los nacidos de sí mismos, por no
haber sido procreados por padres humanos. Estas formas son el segundo Adam de las Escrituras
Judías.
Los Pitris
suministraron sus chhayas etéreos,
los animaron con su
propio fuego eléctrico, los
galvanizaron, por decirlo así, poniéndolos en actividad,
y el Sol les
ayudo en su tarea derramando sobre ellos sus vivificantes rayos, el fuego
solar,
al mismo tiempo
que los espíritus de la naturaleza prestaron su concurso a la obra al recibir
el mandato de su Gobernador. "Estas
tres entidades produjeron por medio de sus esfuerzos aunados un buen rupa. Este
rupa podía permanecer en pie, andar, correr, inclinarse y volar. Sin embargo,
no era todavía mas que un chhaya, una sombra sin sentido"(Stanzas,
D. S., II, 18.).
El planeta
presidente de esta primera raza es el Sol, o más bien el místico planeta Urano,
al que el Sol representa.
La
multiplicación de estos seres tuvo lugar por
división o por brotación, las únicas formas de reproducción posibles para
ellos, como lo son aun hoy día para el protisha, su más cercano semejante físico. Estos seres crecían, aumentaban en tamaño, y entonces se
dividían; al principio en dos mitades iguales, y en sus últimas etapas en porciones
desiguales, produciendo una progenie de un tamaño menor que el suyo, la cual
crecía a su vez y producía sus vástagos. Un estudio de la ameba y de la hidra pueden servir de
ilustración para comprender estos métodos de reproducción.
En esta primera Raza
no se puede hablar de ninguna subraza, si
bien podemos mencionar siete etapas de desarrollo cambios evolucionarios.
Ninguno de estos seres podía morir; "ni el fuego ni el agua podían
destruirlos" (Stanzas, D. S., II, 18.); el fuego era su
elemento, y eran inconscientes del agua.
Cuando llega el
tiempo en que debe aparece la segunda Raza Raíz, los espíritus de la naturaleza
aportan en torno de los chhayas partículas de
materia más densa, y con ellas forman una envoltura de una clase mas tupida
que los envuelve, de suerte que "lo
exterior de los chhayas de la primera Raza, se convirtió en lo interior de los
chhayas de la segunda" (Stanzas,
D. S., II, 20.).
De este modo la
primera Raza se desvaneció, se absorbió, se convirtió imperceptiblemente en la
segunda, y el chhaya que constituía todo el
cuerpo de la primera, se convirtió en el doble etéreo de la segunda.
Durante las
edades, cuya duración desconocemos, en las cuales vivió la primera Raza, la
tierra adquirió gradualmente condiciones más tranquilas y estables, y los
cataclismos no fueron ya por más tiempo de carácter general, sino solo locales.
Sobre la superficie del liquido desierto apareció gradualmente mas tierra, extendiéndose
los promontorios del primer continente, formando así una vasta herradura de
caballo, el segundo continente, llamado
el Hiperbóreo, o Plaksha.
Este continente
ocupaba el área llamada ahora Asia del Norte, junto con Groenlandia y el
Kamschatka, y estaba limitado al sur por el gran mar que existía en donde ahora
el desierto de Gobi extiende sus arenosas soledades; Spitzberg, Suecia y
Noruega formaban parte del mismo, y se extendía por el suroeste mas allá de las
Islas Británicas. La Bahía de Baffin era entonces tierra, la cual incluía las islas
actualmente existentes en ella. El clima era tropical, y una rica y exuberante
vegetación cubría las risueñas llanuras. No debemos dar al nombre Hiperbóreo el significado que al
presente se le da, pues este continente Hiperbóreo era una tierra cálida y
risueña, llena de exuberante vitalidad. El nombre Hiperbóreo adquirió su triste
significado durante los últimos tiempos, cuando esta tierra quedo sin
habitantes a causa del cambio de clima, y debido a los muchos cataclismos que
la cuartearon y dividieron.
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