viernes, 8 de junio de 2018

La Genealogía Física, SEGUNDA CONFERENCIA, Parte VI


La Genealogía Física
     SEGUNDA CONFERENCIA     

Parte VI

Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant

Entonces se cumplen los imperiosos mandatos de los Señores que son los Gobernadores de todo.
Escuchad algunos de los magníficos versos de las Stanzas del Libro de la Sabiduría:
"Los grandes Chohans, llamados los Señores de la Luna, los de los cuerpos aéreos: Crean hombres, hombres de vuestra naturaleza. Les dan sus formas internas. La naturaleza construirá las cáscaras externas. Varones-Hembras ellos serán.
Los Señores de la Llama también! ... Ellos fueron cada uno a la tierra que tenían designada. Siete de ellos, cada uno a su lote. Los Señores de la Llama permanecen detrás. Ellos no querían ir, ellos no querían crear. Las Siete Huestes, los Señores nacidos de la Voluntad, producen hombres de sí mismos, cada uno en su propia zona. Siete veces siete sombras de hombres futuros nacieron, cada una de ellas de su propio color y especie, cada una de ellas inferior a su Padre. Los Padres, los sin hueso, no podían dar vida a seres con hueso. Su progenie era Bhuta, sin forma ni mente. Por lo tanto ellos son llamados el chhaya" (Stanzas, D. S., II, 17, 18.)

Hay cuatro clases de Monadas lunares prontas para la encarnación humana, y los Pitris Barhishad, descendiendo a nuestra tierra, a la Tierra Imperecedera, segregan de sus cuerpos etéreos un chhaya, una "sombra", un germen de vida que contiene en si las potencialidades de desarrollarse en una forma humana.
Esta sombra es enorme, filamentosa, sin sexo, un Bhuta vacío flotando en la densa atmósfera y en los hirvientes mares. Los Pitris moldean y perfeccionan estas enormes e indefinidas formas proteicas de materia etérea que presentan diversos aspectos, y que contienen los gérmenes de todas formas que los Pitris aportan procedentes de anteriores evoluciones, las cuales son del color de la luna, amarillo-blanco de variados matices. En las cuatro clases de Pitris Barhishad que así proporcionan el germen de vida para la construcción de la forma de su progenie, el hombre físico, hay, como hemos visto, siete distintas subclases, y cada subclase provee de habitantes uno de los siete promontorios: "Siete de ellos, cada uno en su lote ... producen hombres de sí mismos, cada uno en su propia zona".
Pero se dice:
"Siete veces siete sombras de hombres futuros nacieron", y por lo tanto es muy natural preguntar:
¿De dónde procede este séxtuple aumento?
Cada clase de Pitris Barhishad, no solo contiene sus siete subclases en distintas etapas de desarrollo, como ya se ha dicho antes, sino que cada una de estas siete subclases, está constituida por grados sucesivos de evolución, y contiene, por lo tanto, individuos de cada uno de los siete tipos que también se han mencionado anteriormente, y de aquí las "siete veces siete".
Hallándose las Monadas ex lunares en diversos grados de evolución, no podían hallar tabernáculos a propósito para su ulterior desarrollo en los chhayas de un solo grado evolucionario, por cuyo motivo estas cuatro clases de Monadas pasaron a los respectivos chhayas que les correspondían según era el desenvolvimiento que habían alcanzado a su paso por las tres y media Rondas precedentes. Muchas formas, muchas especies, muchos tipos fueron indispensables para que cada Monada pudiese tener su tabernáculo apropiado, y para que las cuarenta y nueve sombras de hombres futuros fuesen provistas de las condiciones indispensables.
Estas formas proteicas, salidas de los cuerpos etéreos de sus progenitores -a la manera que se ve salir el doble etéreo del costado de un médium fueron la primera Raza humana "Humana " diréis.
¿Pero, no es esto que se llama humano, esta extraña, incoherente y confusa forma, más semejante a una masa de limo viscoso -como el supuesto Barthybius- que a un ser humano?
¿Por qué llamáis humana a esta forma?
¿Por qué llamáis humana a la primera aglomeración fetal de células que se forma en la matriz de la madre, la cual es tan distinta de la forma humana?
¿Por qué llamáis a esta aglomeración un embrión humano?
¿Por qué en esta forma, que no es humana, evoluciona el hombre futuro, y por lo tanto el desarrollo debe ser humano y no otra cosa?
Por esto, aunque esta forma nada tiene de humana en apariencia, aunque no es más que el mero embrión del hombre futuro, esto no obstante la llamamos "humana", debido a que la Monada que la informa ha alcanzado la etapa humana, y llamamos a la forma por el nombre de la vida que en ella reside, y no por la mera apariencia externa. Por esta razón decimos que estas formas constituyen la primera Raza humana.
Estas enormes formas son impelidas de acá para allá, y son insensibles y pasivas. Como hemos visto, hallándose la conciencia en el nivel átmico, solo puede afectar muy ligeramente a estos toscos cuerpos, los cuales únicamente poseen por modo muy imperfecto el sentido auditivo y una confusa conciencia del fuego.
Debido a que la conciencia que animaba a estas formas era de una naturaleza tan elevada, se las ha llamado a veces la Raza de los Dioses, así como los hijos de Yoga -los Pitris emitiendo sus chhayas cuando se hallaban sumergidos en la meditación yoga- y hasta los nacidos de sí mismos, por no haber sido procreados por padres humanos. Estas formas son el segundo Adam de las Escrituras Judías.
Los Pitris suministraron sus  chhayas  etéreos,  los  animaron con  su  propio fuego  eléctrico,  los  galvanizaron, por decirlo así, poniéndolos en actividad,
y el Sol les ayudo en su tarea derramando sobre ellos sus vivificantes rayos, el fuego solar,
al mismo tiempo que los espíritus de la naturaleza prestaron su concurso a la obra al recibir el mandato de su Gobernador. "Estas tres entidades produjeron por medio de sus esfuerzos aunados un buen rupa. Este rupa podía permanecer en pie, andar, correr, inclinarse y volar. Sin embargo, no era todavía mas que un chhaya, una sombra sin sentido"(Stanzas, D. S., II, 18.).
El planeta presidente de esta primera raza es el Sol, o más bien el místico planeta Urano, al que el Sol representa.
La multiplicación de estos seres tuvo lugar por división o por brotación, las únicas formas de reproducción posibles para ellos, como lo son aun hoy día para el protisha, su más cercano semejante físico. Estos seres crecían, aumentaban en tamaño, y entonces se dividían; al principio en dos mitades iguales, y en sus últimas etapas en porciones desiguales, produciendo una progenie de un tamaño menor que el suyo, la cual crecía a su vez y producía sus vástagos. Un estudio de la ameba y de la hidra pueden servir de ilustración para comprender estos métodos de reproducción.
En esta primera Raza no se puede hablar de ninguna subraza, si bien podemos mencionar siete etapas de desarrollo cambios evolucionarios. Ninguno de estos seres podía morir; "ni el fuego ni el agua podían destruirlos" (Stanzas, D. S., II, 18.); el fuego era su elemento, y eran inconscientes del agua.
Cuando llega el tiempo en que debe aparece la segunda Raza Raíz, los espíritus de la naturaleza aportan en torno de los chhayas partículas de materia más densa, y con ellas forman una envoltura de una clase mas tupida que los envuelve, de suerte que "lo exterior de los chhayas de la primera Raza, se convirtió en lo interior de los chhayas de la segunda" (Stanzas,  D. S., II, 20.).
De este modo la primera Raza se desvaneció, se absorbió, se convirtió imperceptiblemente en la segunda, y el chhaya que constituía todo el cuerpo de la primera, se convirtió en el doble etéreo de la segunda.
Durante las edades, cuya duración desconocemos, en las cuales vivió la primera Raza, la tierra adquirió gradualmente condiciones más tranquilas y estables, y los cataclismos no fueron ya por más tiempo de carácter general, sino solo locales. Sobre la superficie del liquido desierto apareció gradualmente mas tierra, extendiéndose los promontorios del primer continente, formando así una vasta herradura de caballo, el  segundo continente, llamado el Hiperbóreo, o Plaksha.
Este continente ocupaba el área llamada ahora Asia del Norte, junto con Groenlandia y el Kamschatka, y estaba limitado al sur por el gran mar que existía en donde ahora el desierto de Gobi extiende sus arenosas soledades; Spitzberg, Suecia y Noruega formaban parte del mismo, y se extendía por el suroeste mas allá de las Islas Británicas. La Bahía de Baffin era entonces tierra, la cual incluía las islas actualmente existentes en ella. El clima era tropical, y una rica y exuberante vegetación cubría las risueñas llanuras. No debemos dar al nombre Hiperbóreo el significado que al presente se le da, pues este continente Hiperbóreo era una tierra cálida y risueña, llena de exuberante vitalidad. El nombre Hiperbóreo adquirió su triste significado durante los últimos tiempos, cuando esta tierra quedo sin habitantes a causa del cambio de clima, y debido a los muchos cataclismos que la cuartearon y dividieron.

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