jueves, 21 de junio de 2018

La Genealogía Intelectual, TERCERA CONFERENCIA, Parte IV


La Genealogía Intelectual
     TERCERA CONFERENCIA     

Parte IV

Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant

Ahora debemos estudiar la llegada de los Hijos de la Mente por orden regular, examinando las condiciones en que se hallaba la tercera Raza a su llegada, así como los diversos acontecimientos que tuvieron lugar y se siguieron inmediatamente después de esta llegada. La segunda Raza Raíz recibió un impulso preparatorio con el fin de apresurar su desarrollo, y fue "dotada con una rudimentaria y débil chispa" de inteligencia. Pero a nosotros no nos interesa esto, y por lo tanto podemos pasar al estudio de la definitiva llegada de los Mánasaputras.
Debemos volver por un momento a la stanza ya citada: "En la cuarta se dice a los Hijos que deben crear Sus Imágenes. Una tercera parte rehúsan, y dos obedecen. La maldición se pronuncia. Ellos nacerán en la cuarta; sufrirán y harán sufrir". Ahora bien, estas sentencias son un buen ejemplo de la dificultad que existen en desenredar y comprender los escritos antiguos. La palabra "cuarta" aparece dos veces, y es empleada en dos sentidos diametralmente opuestos. En la primera sentencia debéis añadir la palabra Ronda: en la cuarta Ronda, los Hijos de la Mente, los Mánasaputras, reciben la orden de crear sus Imágenes; una tercera parte los Asuras, los rebeldes -rehusaron, y las dos restantes- los Pitris Agnishvátta y los hijos de Venus obedecieron. La maldición fue pronunciada; ellos, los Asuras, nacerán en la cuarta Raza, sufrirán y harán sufrir. Este es un buen ejemplo, como he dicho, de las dificultades que existen cuando se trata de traducir los libros antiguos. Las Rondas, los Kalpas, los Globos y las Razas, están indiferentemente mezclados y confundidos entre sí. Se da el número simbólico, y el lector tiene que descubrir a qué ciclo especial de la evolución se refiere dicho número.
Una vez os halláis en posesión de la llave o clave, la clave de los ciclos, entonces podéis introducirla en la cerradura; pero en tanto que no poseéis la clave, las sentencias son más a propósito para confundir que par a ilustrar, y a esto se le da el nombre de "velo".
Esto no quiere decir que se afirme algo que no sea exacto, sino que la verdad está expuesta de un modo que necesita explicaciones complementarias para poder ser comprendida por los no iniciados. La clave se da cuando el hombre está pronto para recibirla. Pero como era indispensable conservar el conocimiento bajo una forma adecuada que no pudiese ser fácilmente comprendida hasta  que  los  hombres estuviesen suficientemente maduros para  ello  a  causa de  los  graves males  que sobrevinieron en los antiguos tiempos Atlantes, por haberse concedido el conocimiento a seres que no estaban aún moralmente bien preparados para recibirlo- las palabras exactas y precisas que ponen a uno en condiciones de poder fijar el tiempo y lugar, fueron borradas de los comentarios que habían pasado a ser del dominio público. Debido, pues, a la supresión de estas específicas palabras, el conjunto del texto resultó confuso y enmarañado. Esto lo notaréis exactamente del mismo modo en los Puranas, puesto que en gran parte son prácticamente ininteligibles en tanto no se poseen algunas de las claves; y, como sabéis muy bien, el objetivo de la Teosofía es proporcionar estas claves a los hombres.
Una tercera parte se negó a obedecer, y por lo tanto deberán nacer en la cuarta Raza. Ellos vendrán, y vendrán en la Raza Atlante, en la cual desempeñarán un importante papel. Por el momento permanecen detrás. La sentencia de renacer bajo las peores condiciones ha caído sobre ellos. Ellos no quieren descender en el momento oportuno, no quieren ayudar la evolución humana. Se ha dicho que descendieron y contemplaron las formas, "las viles formas de la primitiva tercera" Raza. Notad la aparición de Ahamkara, el sentimiento de la separatividad, el orgullo, el menosprecio y el desdén. Ellos contemplaron estas formas, la primitiva tercera, y las despreciaron. "Ellos rechazaron", "Ellos desdeñaron", son las frases empleadas. Ahamkara reinaba supremo; ellos no quisieron descender. De aquí la maldición, maldición que vino en una forma terrible, haciendo su labor más difícil cuando llegaron, haciendo su lucha más viva, más penosa y más agitada, y aprendiendo de esta suerte la necesaria lección. Aquí podemos dejar por el momento a nuestros Asmas esperando que les llegue su tiempo.
Las dos terceras partes obedecieron. Estos son los Pitris Agnishvatta y los hijos de Venus, los cuales se prestan a ejecutar la labor que les corresponde, y a cumplir con su deber. La tercera Raza se desarrolla.
Recordad lo que os dije ayer relativo a las tres etapas de la tercera Raza. En la primera etapa la forma sexual; en la segunda la hermafrodita, teniendo lugar la separación cuando el hermafrodita se divide en dos sexos. Los hombres divinos de Venus descendieron cuando el tiempo estuvo maduro para la segunda etapa de la tercera Raza, y por medio de su influencia el andrógino latente fue desarrollado en un hermafrodita definido, produciéndose de esta suerte algunas muy bellas y magníficas formas. "Por medio de Shukra fue que los "dobles unos" de la tercera descendieran de los primeros nacidos del Sudor" (D. S., ll 181.). Mientras tanto, la mayoría de la tercera y cuarta subrazas desarrolló lenta y gradualmente la forma humana; formas para nosotros repulsivas, semejantes a la forma animal, y cuyo tipo era parecido al del mono. Unas pocas de estas formas, especialmente moldeadas y favorecidas por residir en ellas los hijos de Venus, eran "de estatura gigantesca, así como de gran fuerza y belleza" (D.S., ll, 181.).
Echemos por un momento una rápida ojeada sobre la tierra y veamos las diferencias de la forma. Hay en ella el maravilloso Hermafrodita, hermoso, fuerte y poderoso, desarrollado bajo la inmediata dirección de los Señores de Venus para su propio uso, siendo ellos una humanidad perfeccionada, varón-hembra, que hablan pasado más allá de la separación de los sexos.
No contenían Mónadas exlunares, sino que fueron desarrollados como formas, obrando los recién llegados huéspedes de Venus como las Mónadas de las mismas. Hay la tercera y cuarta  subrazas  desarrollándose lentamente,  pasando  a  través  de  la  etapa  hermafrodita,  y  separándose gradualmente en  varón y hembra, como se ha explicado en la última conferencia. Estas subrazas están habitadas por las cuatro clases de Mónadas exlunares que han alcanzado la etapa humana, las tres clases de ellas que se convirtieron en humanas en la primera, segunda y tercera Ronda, las cuales se hallan en distintos grados de desarrollo, y las formas que habitan desarrollan las características humanas en un grado proporcional a la etapa de progreso alcanzado por las Mónadas que las animan.
Detrás de estas Mónadas siguen las menos desarrolladas, las cuales habitan formas cada vez más inferiores, hasta que llegáis a las que sólo principiaron su evolución humana en la cuarta Ronda. Las formas habitadas por estas últimas Mónadas son, por supuesto, muy toscas e imperfectas, muy parecidas a las formas animales, y se las llama los de "cabeza estrecha". Estas formas, descuidadas y menospreciadas por sus hermanos más avanzados, se convirtieron, como más adelante veremos, en el origen de una terrible degradación, hecho que puede servir de lección a las clases más desarrolladas -de lección, ¡ay! que por desgracia se necesita demasiado todavía- de la Némesis transmitida al conjunto de la raza humana por la ley del Karma colectivo, cuando los más avanzados descuidan y desprecian a los inferiores, puesto que estos últimos reaccionan a su vez sobre los primeros por medio de la degradación a que los arrastran.
Cuando la tierra se halla en estas diversas circunstancias, descienden los Señores de Venus, y, tras ellos, vienen inmediatamente los Señores de la Llama, los Pitris Agnishvatta. Algunos de los Señores de Venus se construyen cuerpos por medio de la voluntad y del yoga, como antes se ha dicho, y otros pasan a habitar las formas hermafroditas que se desarrollaron de los nacidos del huevo. Cuando los Pitris Agnishvatta llegan, algunos de ellos sacan las formas embrionarias del interior de los huevos, las desarrollan y entran en ellas. "Aquellos que entraron se convirtieron en Arhats" (Stanzas, D. S., II, 21.). De este modo fue establecida sobre la tierra la primera gran Jerarquía oculta con los diversos grados que en ella aparecen, la cual desde aquel momento ha proseguido en su benéfica labor.
Entonces principia la obra del gradual desenvolvimiento de la humanidad, confiriendo al "hombre animal' el destello de la inteligencia, y de esta suerte se desarrollan la sexta y séptima subrazas.
Esta es la obra especial de los Pitris Agnishvatta. Los Señores de Venus no toman parte en ella. Estos Señores constituyen el grado más elevado de la Jerarquía de los Sabios, y son los que forman y educan a los grandes Instructores de la humanidad, y de entre los cuales en muy raros casos aparece Uno de Ellos entre los hombres.
Se nos dice de Ellos que habitan en Shamballah, la mística Ciudad Santa situada en el centro del Desierto de Gobi. Ellos descendieron allí procedentes del lejano Norte, de la Tierra de los Dioses, en donde se hallaba situada Su primitiva morada, y construyendo Shamballah se fijaron  allí  en  donde  permanecen todavía. Se  dice  que Samballah se halla situada sobre el corazón de la Tierra, frase mística que significa que dentro de ella moran Aquellos que son el Corazón de la vida de la humanidad, puesto que de Ellos y a través de Ellos fluyen todas las corrientes de la vida espiritual. Así como del corazón del hombre sale la sangre vital que nutre todas las partes del cuerpo, Y vuelve allí cargada de impurezas para ser purificada y de nuevo expelida, de la propia suerte de este Corazón espiritual surgen las corrientes de la vida espiritual. Estas corrientes vuelven a este Corazón cargadas de impurezas cuando se han corrompido a causa de haberse puesto en contacto con el mundo inferior.
Allí son estas corrientes una y otra vez purificadas y de nuevo expelidas. De esta suerte tiene lugar el sacrificio perpetuo por medio del cual la evolución humana es favorecida y estimulada.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario