La Genealogía Intelectual
TERCERA CONFERENCIA
Parte IV
Tomado del libro: “La Genealogia del Hombre.”
De Annie Besant
Ahora debemos
estudiar la llegada de los Hijos de la Mente por orden regular, examinando las
condiciones en que se hallaba la tercera Raza a su llegada, así como los
diversos acontecimientos que tuvieron lugar y se siguieron inmediatamente
después de esta llegada. La segunda Raza Raíz recibió un impulso preparatorio con
el fin de apresurar su desarrollo, y fue "dotada
con una rudimentaria y débil chispa" de inteligencia. Pero a nosotros
no nos interesa esto, y por lo tanto podemos pasar al estudio de la definitiva
llegada de los Mánasaputras.
Debemos volver
por un momento a la stanza ya citada: "En la
cuarta se dice a los Hijos que deben crear Sus Imágenes. Una tercera parte
rehúsan, y dos obedecen. La maldición se pronuncia. Ellos nacerán en la cuarta;
sufrirán y harán sufrir". Ahora bien, estas sentencias son un buen ejemplo de la
dificultad que existen en desenredar y comprender los escritos antiguos. La palabra
"cuarta" aparece dos veces, y es empleada en dos sentidos
diametralmente opuestos. En la primera sentencia
debéis añadir la palabra Ronda: en la cuarta Ronda, los Hijos de la Mente, los Mánasaputras, reciben la orden de crear sus
Imágenes; una tercera parte los Asuras, los rebeldes -rehusaron, y las dos
restantes- los Pitris Agnishvátta y los hijos de Venus obedecieron. La maldición fue pronunciada; ellos, los Asuras, nacerán
en la cuarta Raza, sufrirán y harán sufrir. Este es un buen ejemplo, como he
dicho, de las dificultades que existen cuando se trata de traducir los libros antiguos.
Las Rondas, los Kalpas, los Globos y
las Razas, están indiferentemente mezclados y confundidos entre sí. Se da el número
simbólico, y el lector tiene que descubrir a qué ciclo especial de la evolución
se refiere dicho número.
Una vez os halláis
en posesión de la llave o clave, la clave de los ciclos, entonces podéis
introducirla en la cerradura; pero en tanto que no poseéis la clave, las sentencias
son más a propósito para confundir que par a ilustrar, y a esto se le da el
nombre de "velo".
Esto no quiere
decir que se afirme algo que no sea exacto, sino que la verdad está expuesta de
un modo que necesita explicaciones complementarias para poder ser comprendida
por los no iniciados. La clave se da cuando el hombre está pronto para
recibirla. Pero como era indispensable conservar el conocimiento bajo una forma
adecuada que no pudiese ser fácilmente comprendida hasta que
los hombres estuviesen
suficientemente maduros para ello a
causa de los graves males
que sobrevinieron en los antiguos tiempos Atlantes, por haberse
concedido el conocimiento a seres que no estaban aún moralmente bien preparados
para recibirlo- las palabras exactas y precisas que ponen a uno en condiciones
de poder fijar el tiempo y lugar, fueron borradas de los comentarios que habían
pasado a ser del dominio público. Debido, pues, a la supresión de estas específicas palabras,
el conjunto del texto resultó confuso y enmarañado. Esto lo notaréis
exactamente del mismo modo en los Puranas, puesto que en gran parte son
prácticamente ininteligibles en tanto no se poseen algunas de las claves; y,
como sabéis muy bien, el objetivo de la Teosofía es proporcionar estas claves a
los hombres.
Una tercera
parte se negó a obedecer, y por lo tanto deberán nacer en la cuarta Raza. Ellos
vendrán, y vendrán en la Raza Atlante, en la cual desempeñarán un importante
papel. Por el momento permanecen detrás. La sentencia de renacer bajo las
peores condiciones ha caído sobre ellos. Ellos no quieren descender en el
momento oportuno, no quieren ayudar la evolución humana. Se ha dicho que descendieron
y contemplaron las formas, "las
viles formas de la primitiva tercera" Raza. Notad la aparición de Ahamkara, el sentimiento de la separatividad, el orgullo,
el menosprecio y el desdén. Ellos contemplaron estas formas, la primitiva
tercera, y las despreciaron. "Ellos rechazaron", "Ellos
desdeñaron", son las frases empleadas. Ahamkara reinaba supremo; ellos no quisieron descender.
De aquí la maldición, maldición que vino en una forma terrible, haciendo su
labor más difícil cuando llegaron, haciendo su lucha más viva, más penosa y más
agitada, y aprendiendo de esta suerte la necesaria lección. Aquí podemos dejar
por el momento a nuestros Asmas esperando que les llegue su tiempo.
Las dos terceras
partes obedecieron. Estos son los Pitris Agnishvatta y los hijos de Venus, los
cuales se prestan a ejecutar la labor que les corresponde, y a cumplir con su
deber. La tercera Raza se desarrolla.
Recordad lo que
os dije ayer relativo a las tres etapas de la tercera Raza. En la primera
etapa la forma sexual; en la segunda la hermafrodita, teniendo lugar la
separación cuando el hermafrodita se divide en dos sexos. Los hombres divinos
de Venus descendieron cuando el tiempo estuvo maduro para la segunda etapa de
la tercera Raza, y por medio de su influencia el andrógino latente fue
desarrollado en un hermafrodita definido, produciéndose de esta suerte algunas
muy bellas y magníficas formas. "Por medio de
Shukra fue que los "dobles unos" de la tercera descendieran de los
primeros nacidos del Sudor" (D. S., ll 181.). Mientras tanto,
la mayoría de la tercera y cuarta subrazas desarrolló lenta y gradualmente la
forma humana; formas para nosotros repulsivas, semejantes a la forma animal, y
cuyo tipo era parecido al del mono. Unas pocas de estas formas, especialmente
moldeadas y favorecidas por residir en ellas los hijos de Venus, eran "de estatura gigantesca, así como de
gran fuerza y belleza" (D.S., ll, 181.).
Echemos por un
momento una rápida ojeada sobre la tierra y veamos las diferencias de la forma.
Hay en
ella el maravilloso Hermafrodita, hermoso, fuerte y poderoso, desarrollado bajo
la inmediata dirección de los Señores de Venus para su propio uso, siendo ellos
una humanidad perfeccionada, varón-hembra, que hablan pasado más allá de la
separación de los sexos.
No contenían
Mónadas exlunares, sino que fueron desarrollados como formas, obrando los
recién llegados huéspedes de Venus como las Mónadas de las mismas. Hay la
tercera y cuarta subrazas desarrollándose lentamente, pasando
a través de
la etapa hermafrodita,
y separándose gradualmente en varón y hembra, como se ha explicado en la
última conferencia. Estas subrazas están habitadas por las cuatro clases de
Mónadas exlunares que han alcanzado la etapa humana, las tres clases de ellas
que se convirtieron en humanas en la primera, segunda y tercera Ronda, las
cuales se hallan en distintos grados de desarrollo, y las formas que habitan
desarrollan las características humanas en un grado proporcional a la etapa de
progreso alcanzado por las Mónadas que las animan.
Detrás de estas
Mónadas siguen las menos desarrolladas, las cuales habitan formas cada vez más
inferiores, hasta que llegáis a las que sólo principiaron su evolución humana
en la cuarta Ronda. Las formas habitadas por estas últimas Mónadas son, por
supuesto, muy toscas e imperfectas, muy parecidas a las formas animales, y se
las llama los de "cabeza estrecha". Estas formas, descuidadas y menospreciadas por sus
hermanos más avanzados, se convirtieron, como más adelante veremos, en el
origen de una terrible degradación, hecho que puede servir de lección a las
clases más desarrolladas -de lección, ¡ay! que por desgracia se necesita
demasiado todavía- de la Némesis transmitida al conjunto de la raza humana por
la ley del Karma colectivo, cuando los más avanzados descuidan y desprecian a
los inferiores, puesto que estos últimos reaccionan a su vez sobre los primeros
por medio de la degradación a que los arrastran.
Cuando la tierra
se halla en estas diversas circunstancias, descienden los Señores de Venus, y,
tras ellos, vienen inmediatamente los Señores de la Llama, los Pitris
Agnishvatta. Algunos de los Señores de Venus se
construyen cuerpos por medio de la voluntad y del yoga, como antes se
ha dicho, y otros pasan a habitar las formas
hermafroditas que se desarrollaron de los nacidos del huevo. Cuando los Pitris
Agnishvatta llegan, algunos de ellos sacan las formas embrionarias del interior
de los huevos, las desarrollan y entran en ellas. "Aquellos que entraron se convirtieron en Arhats" (Stanzas, D. S.,
II, 21.). De este modo fue
establecida sobre la tierra la primera gran Jerarquía oculta con los diversos
grados que en ella aparecen, la cual desde aquel momento ha proseguido en su
benéfica labor.
Entonces principia la obra del gradual desenvolvimiento
de la humanidad, confiriendo al "hombre animal' el destello de la
inteligencia, y de esta suerte se desarrollan la sexta y séptima subrazas.
Esta es la obra
especial de los Pitris Agnishvatta. Los Señores de Venus no toman parte en
ella. Estos Señores constituyen el grado más elevado de la Jerarquía de los
Sabios, y son los que forman y educan a los grandes Instructores de la humanidad,
y de entre los cuales en muy raros casos aparece Uno de Ellos entre los
hombres.
Se nos dice de Ellos que habitan en Shamballah, la
mística Ciudad Santa situada en el centro del Desierto de Gobi. Ellos
descendieron allí procedentes del lejano Norte, de la Tierra de los Dioses, en
donde se hallaba situada Su primitiva morada, y construyendo Shamballah se
fijaron allí en
donde permanecen todavía. Se dice que Samballah se halla situada sobre el
corazón de la Tierra, frase mística que significa que dentro de ella moran
Aquellos que son el Corazón de la vida de la humanidad, puesto que de Ellos y a
través de Ellos fluyen todas las corrientes de la vida espiritual. Así como del
corazón del hombre sale la sangre vital que nutre todas las partes del cuerpo,
Y vuelve allí cargada de impurezas para ser purificada y de nuevo expelida, de
la propia suerte de este Corazón espiritual surgen las corrientes de la vida
espiritual. Estas corrientes vuelven a este Corazón cargadas de impurezas
cuando se han corrompido a causa de haberse puesto en contacto con el mundo
inferior.
Allí son estas corrientes una y otra vez purificadas y de
nuevo expelidas. De esta suerte tiene lugar el sacrificio perpetuo por medio
del cual la evolución humana es favorecida y estimulada.
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