LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 142 A
Carta Damodar K. Mavalankar
a A. P. Sinnett.
APENDICE
CARTA Nº 142 A
LA SOCIEDAD
TEOSÓFICA
Con referencia a
las Reglas y a la Organización de la Sociedad, me permito hacer las siguientes
sugerencias. Los puntos que recomiendo me parecen muy necesarios, pues he
hablado con muchos nativos y tengo motivos para creer que conozco el carácter
hindú mejor de lo que puede conocerlo ningún extranjero.
Parece
que prevalece la impresión general de que la Sociedad es una secta religiosa.
Yo creo que esta impresión debe su origen a la creencia común de que toda la
Sociedad está dedicada al Ocultismo. Por lo que puedo juzgar, ése no es el
caso. Si lo fuera, la mejor manera de proceder sería constituir la Sociedad
entera como una Sociedad secreta y cerrar sus puertas a todos, excepto a
aquellos pocos que puedan haber demostrado su determinación de dedicar toda su
vida al estudio del Ocultismo. Si no es así, y si la Sociedad está basada en el
generalizado principio humanitario de la Fraternidad Universal, que el
Ocultismo —una de sus varias ramas— sea un estudio totalmente secreto. Desde
tiempo inmemorial este conocimiento sagrado ha sido salvaguardado de las masas
con gran cuidado, y si bien algunos de nosotros hemos tenido la gran suerte de
ponemos en contacto con algunos de los custodios de este tesoro de incalculable
valor, ¿es correcto que, por nuestra parte, nos aprovechemos de su benevolencia
para vulgarizar los secretos que ellos estiman más sagrados incluso que sus
vidas?
El mundo no está
todavía preparado para oír la verdad sobre este tema. Al presentar los hechos
ante un público que, en general, no está preparado, lo único que hacemos es
hacer que se burlen de aquellos que han sido condescendientes con nosotros y
nos han aceptado como colaboradores para hacer el bien a la humanidad. Al insistir
demasiado sobre este punto, en cierta medida nos hemos hecho odiosos ante los
ojos del público. Llegamos a tal extremo que, inconscientemente, llevamos al
público a creer que nuestra Sociedad se encuentra bajo la única dirección de
los Adeptos, mientras que la realidad es que toda la dirección ejecutiva está
en manos de los Fundadores, y
nuestros Instructores sólo nos aconsejan en casos excepcionales de máxima
situación crítica. El
público ha visto que debe haber interpretado equivocadamente los hechos, puesto
que los errores de la Directiva de la Sociedad —algunos de los cuales pudieron
muy bien ser evitados utilizando el sentido común corriente— se ponían en
evidencia de vez en cuando. De aquí que llegaran a la conclusión de que:
(1) O los Adeptos
no existen, o bien,
(2) Si existen, no
tienen relación con nuestra Sociedad y, por lo tanto, nosotros somos unos deshonestos
impostores, o:
(3) Si ellos tienen
alguna relación con la Sociedad, debe ser sólo por parte de aquellos que son de
grado muy inferior, puesto que bajo su dirección se cometían tales errores.
Aparte de unas cuantas nobles excepciones de quienes confiaban plenamente en
nosotros, nuestros miembros nativos llegaron a una de estas tres conclusiones.
Por lo tanto, en mi opinión, es necesario que se adopten rápidas medidas para
eliminar esas sospechas.
Para esto, yo sólo
veo una alternativa:
(1) O toda la
Sociedad debería dedicarse al Ocultismo, en cuyo caso debería ser tan secreta
como la Logia Masónica, o los Rosacruces, o bien
(2) nadie debería
saber nada sobre Ocultismo, excepto aquellos pocos que, con su proceder, puedan
haber demostrado su decisión de dedicarse a ese estudio. Al considerar nuestros
"Hermanos" que la primera alternativa es inviable y absolutamente
ilícita, queda la segunda.
Otra cuestión
importante es la de la admisión de miembros. Hasta ahora, cualquier persona que
demostrara deseo de afiliarse y encontrara dos avaladores que la recomendaran,
era aceptado en la Sociedad sin que nosotros entráramos en detalles de los
motivos que le impulsaban a hacerlo. Esto condujo a dos resultados negativos. La gente creía, o fingía creer, que nosotros
admitíamos miembros simplemente para cobrar los Derechos de Admisión de los
cuales vivíamos, y muchos ingresaron por simple curiosidad, pues pensaban que
abonando una cuota de entrada de diez rupias podrían presenciar fenómenos. Y
cuando se desilusionaban sobre esto se volvían contra nosotros y comenzaban a
difamar nuestra CAUSA, por la cual hemos estado trabajando y a la cual hemos
consagrado nuestras vidas. La mejor manera de remediar este mal sería excluir
esta clase de personas. Pero, la cuestión se plantea en ¿cómo hacerlo? Puesto
que nuestros Estatutos son tan liberales que admiten a todo el mundo. Sin
embargo, al mismo tiempo, nuestros Estatutos establecen una cuota de entrada de
diez rupias. Esta cuota es muy reducida para mantener alejados a los curiosos,
los cuales, ante la oportunidad de satisfacer sus deseos, les parece que muy
bien pueden permitirse desprenderse de esa suma insignificante. Por lo tanto,
la cuota de entrada debería ser tan incrementada que sólo ingresaran aquellos
que estén realmente interesados. Necesitamos hombres con principios y
propósitos serios. Uno solo de estos hombres puede hacer más por nosotros que
cientos de cazadores de fenómenos. A mi juicio, la cuota debería aumentarse a
200 o 300 rupias. Podría objetarse que de esta manera podrían ser excluidos
hombres realmente buenos que pueden ser sinceros y devotos pero que no pueden
pagar. Sin embargo, yo creo que es preferible arriesgarse a la posible pérdida
de un hombre bueno, que admitir una multitud de holgazanes de los cuales uno
solo puede deshacer el trabajo de todos los demás. Y además, esta posibilidad
puede evitarse, pues así como ahora admitimos algunos miembros que parecen ser
especialmente merecedores sin hacerles abonar su cuota, lo mismo podría hacerse
aunque se adopte el cambio propuesto.
DAMODAR K.
MAVALANKAR, M.S.T.
Carta sometida
respetuosamente a la consideración del señor Sinnett.
LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 142 B
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
APENDICE
CARTA Nº 142 B
Carta sometida
respetuosamente a la consideración del señor Sinnett, por orden directa del
Hermano Koot Hoomi.
DAMODAR K.
MAVALANKAR
A excepción de la
cuota de entrada —demasiado exagerada— sus puntos de vista son totalmente
correctos. Esa es la impresión producida en la mente de un nativo. Espero, mi
querido amigo, que usted añadirá un párrafo, mostrando a la Sociedad en su
verdadera luz.
Escuche su voz
interior y, una vez más, quedo agradecido,
Suyo muy fielmente,
K.H.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario