Eludir la responsabilidad
«Una de las
razones por las que uno se adhiere a una organización religiosa es porque ésta
permite eludir la religión con la conciencia tranquila», dijo el Maestro.
Y refirió
entonces la conversación que había tenido con una discípula que acababa de hacerse
novia de un viajante de comercio:
«¿Es un
hombre atractivo?», le preguntó
el Maestro.
«Bueno. . . No especialmente».
«¿Tiene
mucho dinero?»
«Si lo tiene, yo no lo he visto. . .»
«¿No tiene
vicios ni malas costumbres?»
«La verdad es que fuma y bebe mucho más de lo que debiera».
«¡No te
comprendo! Si no tienes nada bueno que decir de él, ¿por qué te casas con él?»
«Porque
se pasa la mayor parte del tiempo viajando. De este modo, tendré la
satisfacción de estar casada sin tener que soportar la carga que supone un
marido».
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