jueves, 9 de octubre de 2014

EL DOBLE ETÉRICO

EL DOBLE ETÉRICO

(TOMADO DEL LIBRO: EL HOMBRE Y SUS CUERPOS)


La ciencia física moderna afirma que todo cambio corporal, ya sea en los músculos, en las células o en los nervios, está acompañado por una acción eléctrica, y esto es probablemente la verdad hasta en los cambios químicos que constantemente tienen lugar.

Dondequiera que concurra la acción eléctrica, el éter tiene que estar presente, de modo que la presencia de la corriente implica la del éter, que compenetra a todo y a todo envuelve; ninguna partícula de materia física se halla en contacto con otra, sino que cada una flota en una atmósfera de éter.

Los científicos occidentales aseguran, como hipótesis necesaria, lo que el discípulo práctico en la ciencia oriental afirma como una observación que puede probarse, pues el éter es de hecho tan visible como una silla o una mesa, sólo que se necesita para percibirlo una vista diferente de la física.

Existe en cuatro estados distintos, el más sutil de los cuales constituye los átomos físicos últimos -no el llamado átomo químico que es un cuerpo compuesto-; últimos, porque cuando se les desintegra producen materia astral (Véase la obra Química oculta (este libro también lo estudiaremos en un futuro próximo)).

El doble etéreo está compuesto de estos cuatro éteres que compenetran los constituyentes sólido, líquido y gaseoso del cuerpo denso, encerrando a cada partícula en una envoltura etérea, y presentando de este modo un duplicado perfecto de la forma más densa.

Este doble etéreo es perfectamente visible a la vista ejercitada, siendo su color de un violado gris, grosero o delicado en su textura, según el cuerpo denso sea grosero o fino.

Los cuatro éteres entran en él del mismo modo que los sólidos, líquidos y gases entran en la composición del cuerpo denso, y pueden estar en combinaciones más o menos groseras o finas, como sucede con los constituyentes más densos; es importante observar que el cuerpo denso y su doble etéreo varían juntos en su calidad, de modo que a medida que el aspirante refina deliberada y conscientemente su cuerpo denso, el doble etéreo sigue el mismo curso sin que aquél tenga conciencia de ello y sin necesidad de nuevos esfuerzos (Mirando los cuerpos inferiores del hombre con la vista astral, se ven el doble etéreo (Linga Sharira) y el cuerpo astral (cuerpo kámico), compenetrándose mutuamente, así como ambos compenetran el físico denso, lo cual ha dado margen a alguna confusión usándose indistintamente los nombres de Linga Sharira y cuerpo astral, al paso que este último se ha aplicado también al cuerpo kámico o de deseos.
Esta terminología indefinida ha ocasionado mucha perturbación, pues las funciones del cuerpo kámico, llamado el cuerpo astral, se han tomado a menudo como las funciones del doble etéreo, dominando también el cuerpo astral, y el estudiante que no puede ver por sí mismo, ha sido ... metido en un embrollo desesperante de contradicciones aparentes. Observaciones cuidadosas sobre la formación de estos dos cuerpos nos permiten ahora afirmar de un modo definitivo, que el cuerpo etéreo está compuesto solamente de los éteres físicos, y no puede, si es repelido, dejar el plano físico o ir muy lejos de su copia densa; además está construido con arreglo al molde suministrado por los señores del Karma, y el Ego no lo trae consigo, sino que es esperado por él juntamente con el cuerpo astral y kámico, el cuerpo de deseos se compone solamente de materia astral, puede pasar al plano astral una vez libre del cuerpo físico, y es el vehículo propio del Ego en aquel plano; es traído por el Ego cuando viene a la encarnación. En estas circunstancias es mejor llamar al primero el doble etéreo, y al segundo el cuerpo astral, para así evitar confusiones.)

Por medio del doble etéreo circula la vitalidad Prana a lo largo de los nervios del cuerpo, los cuales pueden así actuar como los transmisores de la fuerza motriz y de la sensibilidad a las masas externas.

Los poderes del pensamiento, del movimiento y del sentimiento, no residen en la substancia nerviosa física o etérea: son actividades del Ego obrando en sus cuerpos internos, y su expresión en el plano físico se hace posible por el aliento de vida al correr a lo largo de los hilos nerviosos y alrededor de las células nerviosas; pues Prana, el aliento de vida, es la energía activa del yo, como Shri Shankaracharya nos ha enseñado.

La función del doble etéreo es servir de medio físico a esta energía, y de aquí que se le mencione generalmente en nuestra literatura como el "vehículo de Prana".

Creemos muy útil observar que el doble etéreo es particularmente sensible a los constituyentes volátiles del alcohol, algunos ácidos y la anestesia.


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