LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 104
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
CARTAS DIVERSAS
CARTA Nº 104
Recibida en octubre
de 1881 (?).
Carta P.p.c.
escrita antes del retiro.
Mi querido amigo:
Se recibió su nota. Lo que dice en ella me demuestra que abriga usted algún temor
de que yo me haya sentido ofendido por las observaciones del señor Hume.
Tranquilícese,
por favor, porque yo no podría jamás sentirme ofendido. Lo que me ha molestado
no es nada de lo que contengan sus observaciones, sino la insistencia con la
cual él llevaba a cabo una línea de argumentación que yo sabía que estaba llena
de funestas consecuencias para el futuro. Este argumentum ad hominem —renovado y vuelto a empezar
desde donde lo habíamos dejado el año pasado— fue el menos indicado para
apartar al Chohan de sus principios, o para obligarle a hacer algunas
concesiones muy apetecibles. Yo tenía miedo de las consecuencias, y puedo
asegurarle que mis temores tenían una base muy sólida. Le ruego que transmita al señor Hume mi simpatía personal y mi respeto
por él, y que le dé mis más amistosos saludos. Pero ya no tendré el placer de
"hacerme" con ninguna más de sus cartas ni de contestarlas durante
los próximos tres meses. Como sea que nada del programa original de la
Sociedad está todavía decidido, ni espero verlo resuelto durante algún tiempo aún,
tengo que abandonar mi proyectado viaje a Bhootan, y mi Hermano M. ocupará mi
lugar.
Estamos
a finales de septiembre y nada podría hacerse antes del primero de octubre que justificara
mi insistencia para ir allí. Mis Jefes desean que yo, especialmente, esté
presente en nuestra Festividad de Año Nuevo el próximo mes de febrero, y con el
fin de estar preparado para ello he de aprovechar los tres meses de intervalo. Por lo tanto, le
diré hasta la vista, mi buen amigo, dándole las gracias calurosamente por todo
lo que ha hecho y ha tratado de hacer por mí. En enero próximo espero poder
darle noticias mías; y —a menos que surjan otra vez nuevas dificultades en el
camino de la Sociedad, desde "su orilla" —me encontrará usted exactamente
en la misma disposición y estado de ánimo con el cual me despido ahora de los dos.
En este momento soy incapaz de decir si conseguiré convencer a mi querido pero
muy obstinado Hermano M. para que acepte mi modo de pensar. Lo he intentado y
volveré a intentarlo una vez más, pero mucho me temo que el señor Hume y El no
lleguen a ponerse de acuerdo nunca. El me dijo que contestaría la carta de
usted y su petición por medio de un tercero —no de Mad. B. Mientras tanto, ella
sabe lo suficiente para abastecer al señor Hume para unas diez conferencias,
con tal que él quisiera darlas, y con tal que lo aceptara en lugar de abrigar
una idea tan pobre de ella en un sentido, y si no tuviera un concepto tan
equivocado en otros. M. me prometió refrescar su floja memoria, y reavivar todo
lo que ella aprendió con él, y de la manera más clara que se pueda desear. Si
el arreglo no cuenta con la aprobación del señor Hume no me quedará más que
lamentarlo sinceramente, porque creo que es el mejor que se me ocurre.
He
dejado órdenes a mi "Desheredado" para que cuide de todo, tanto como
se lo permitan sus débiles medios.
Y ahora tengo que
terminar. Sólo me quedan algunas horas para prepararme para mi largo, larguísimo
viaje. Esperando que nos separemos tan buenos amigos como siempre, y que volvamos
a encontrarnos siendo mejores amigos todavía, permítame estrechar ahora "astralmente"
su mano y reiterarle de nuevo mis buenos sentimientos hacia usted.
Suyo, como siempre,
K.H.
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