domingo, 24 de abril de 2016

LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS. CARTA N°. 104

LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS.
CARTA N°. 104
Carta del Mahatma K.H. a A. P. Sinnett.

CARTAS DIVERSAS

CARTA Nº 104
Recibida en octubre de 1881 (?).
Carta P.p.c. escrita antes del retiro.
Mi querido amigo: Se recibió su nota. Lo que dice en ella me demuestra que abriga usted algún temor de que yo me haya sentido ofendido por las observaciones del señor Hume.
Tranquilícese, por favor, porque yo no podría jamás sentirme ofendido. Lo que me ha molestado no es nada de lo que contengan sus observaciones, sino la insistencia con la cual él llevaba a cabo una línea de argumentación que yo sabía que estaba llena de funestas consecuencias para el futuro. Este argumentum ad hominem —renovado y vuelto a empezar desde donde lo habíamos dejado el año pasado— fue el menos indicado para apartar al Chohan de sus principios, o para obligarle a hacer algunas concesiones muy apetecibles. Yo tenía miedo de las consecuencias, y puedo asegurarle que mis temores tenían una base muy sólida. Le ruego que transmita al señor Hume mi simpatía personal y mi respeto por él, y que le dé mis más amistosos saludos. Pero ya no tendré el placer de "hacerme" con ninguna más de sus cartas ni de contestarlas durante los próximos tres meses. Como sea que nada del programa original de la Sociedad está todavía decidido, ni espero verlo resuelto durante algún tiempo aún, tengo que abandonar mi proyectado viaje a Bhootan, y mi Hermano M. ocupará mi lugar.
Estamos a finales de septiembre y nada podría hacerse antes del primero de octubre que justificara mi insistencia para ir allí. Mis Jefes desean que yo, especialmente, esté presente en nuestra Festividad de Año Nuevo el próximo mes de febrero, y con el fin de estar preparado para ello he de aprovechar los tres meses de intervalo. Por lo tanto, le diré hasta la vista, mi buen amigo, dándole las gracias calurosamente por todo lo que ha hecho y ha tratado de hacer por mí. En enero próximo espero poder darle noticias mías; y —a menos que surjan otra vez nuevas dificultades en el camino de la Sociedad, desde "su orilla" —me encontrará usted exactamente en la misma disposición y estado de ánimo con el cual me despido ahora de los dos. En este momento soy incapaz de decir si conseguiré convencer a mi querido pero muy obstinado Hermano M. para que acepte mi modo de pensar. Lo he intentado y volveré a intentarlo una vez más, pero mucho me temo que el señor Hume y El no lleguen a ponerse de acuerdo nunca. El me dijo que contestaría la carta de usted y su petición por medio de un tercero —no de Mad. B. Mientras tanto, ella sabe lo suficiente para abastecer al señor Hume para unas diez conferencias, con tal que él quisiera darlas, y con tal que lo aceptara en lugar de abrigar una idea tan pobre de ella en un sentido, y si no tuviera un concepto tan equivocado en otros. M. me prometió refrescar su floja memoria, y reavivar todo lo que ella aprendió con él, y de la manera más clara que se pueda desear. Si el arreglo no cuenta con la aprobación del señor Hume no me quedará más que lamentarlo sinceramente, porque creo que es el mejor que se me ocurre.
He dejado órdenes a mi "Desheredado" para que cuide de todo, tanto como se lo permitan sus débiles medios.
Y ahora tengo que terminar. Sólo me quedan algunas horas para prepararme para mi largo, larguísimo viaje. Esperando que nos separemos tan buenos amigos como siempre, y que volvamos a encontrarnos siendo mejores amigos todavía, permítame estrechar ahora "astralmente" su mano y reiterarle de nuevo mis buenos sentimientos hacia usted.
Suyo, como siempre,
K.H.


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