LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 126
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
CARTAS DIVERSAS
CARTA Nº 126
P.D. Resulta
extremadamente difícil tomar alguna medida para encontrar una dirección en el Punjab
para la correspondencia. Tanto B. como yo habíamos contado mucho con el joven cuyo
sentimentalismo, según nuestra opinión, lo incapacita para que lo utilicemos
como intermediario. Sin embargo, no dejaré de intentarlo y confío en enviarle a
usted el nombre de una estafeta de correos, sea en el Punjab o en las
provincias del N.O., por donde uno de nuestros amigos pasará y regresará una o
dos veces cada mes.
K.H.
LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 127
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
CARTAS DIVERSAS
CARTA N° 127 (Los extractos son
de letra del señor Sinnett.—Ed.)
Extractos de cartas
de K.H. a A.O.H. y a A.P.S. Recibidos por A.P.S. el 13 de agosto de 1882.
Una de sus cartas
empieza con una cita sacada de una de las mías: "Recuerde
que no existe en el hombre ningún principio permanente" —cuya frase va
seguida de una observación suya que dice: "¿Qué me dice del Sexto y Séptimo Principios?" A esto contesto
que ni Atma ni Buddhi estuvieron nunca en el hombre —pequeño axioma metafísico
que puede usted estudiar con facilidad en Plutarco y Anaxágoras.
El
último hizo de su —νουζαυτοχρατηζ— (Nous
autokrates.—Eds.) el espíritu
poderoso por sí mismo, el nous que, solo, reconocía el noúmeno; mientras que el
primero enseñaba —basándose en la autoridad de Platón y de Pitágoras— que el
demonium o este nous siempre se mantenía fuera del cuerpo; que flotaba y
dominaba, por así decirlo, la parte extrema de la cabeza del hombre; sólo es la
gente vulgar la que cree que está dentro de ellos.
Dice Buddha: "tenéis que
liberaros totalmente de todos los elementos impermanentes que componen el
cuerpo, para que vuestro cuerpo llegue a ser permanente. Lo permanente nunca se
mezcla con lo impermanente, aunque los dos sean uno. Pero sólo cuando todas las
apariencias externas desaparecen es cuando queda ese principio de vida una, que
existe independientemente de todo fenómeno externo. Es el fuego que arde en la
luz eterna cuando el combustible se ha consumido y la llama se extingue; porque
ese fuego no está ni en la llama ni en el combustible, ni siquiera dentro de
ninguno de los dos, sino que está arriba, abajo y en todas partes". —(Parinirvana
Sutra kuan XXXIX).
.. .
Usted quiere adquirir facultades. Póngase a trabajar y trate de desarrollar la
lucidez. Esta última no es una facultad, sino una posibilidad universal común a
todos.
Como lo expone Luke
Burke:
"los
idiotas y los perros la poseen y, a menudo, en un grado más remarcable que el
hombre más intelectual". Lo que ocurre es que ni los idiotas ni los perros
utilizan sus facultades razonadoras, sino que dejan que sus percepciones
intuitivas naturales campen a sus anchas.
... Consume usted
demasiado azúcar en su alimentación. Tome fruta, pan, té, café y leche y coma
tanto como le apetezca, pero no coma chocolate ni alimentos grasos, ni pastas y
tome muy poco azúcar. La fermentación que se produce con ello, especialmente en
ese clima de ustedes, es muy perjudicial. Los métodos
utilizados para desarrollar la lucidez de nuestros chelas podrían ser
fácilmente utilizados por usted. Cada templo tiene una sala oscura, cuya pared
norte está totalmente recubierta de una lámina de metal aleado, especialmente
cobre, cuidadosamente pulimentado con una superficie capaz de reflejar en ella
las imágenes como si se tratara de un espejo. El chela se sienta en una
banqueta aislada, un asiento de tres patas colocado en un receptáculo de
cristal grueso y de fondo plano —y en las mismas condiciones se sienta el lama
operador— formando los dos un triángulo con la pared que hace de espejo.
Un
imán con el Polo Norte hacia arriba, se suspende sobre la coronilla en la
cabeza del chela, sin tocarla. Cuando ha puesto la cosa en marcha, el operador
deja solo al chela mirando fijamente a la pared, y después de la tercera vez el
operador ya no es necesario.
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