LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 95
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
ESPIRITISMO Y LOS
FENÓMENOS
CARTA N° 95 (El
principio de esta carta se encontrará a partir del comienzo de la Carta n"
18 en las pp. 169-174. Véase la Nota al final de esa carta, p. 174. —Eds.)
. . . semejante
vida de infamia. Haré lo mejor que pueda para convertirlo en vegetariano y abstemio.
La abstinencia completa de carnes y licores ha sido sabiamente prescrita por el
señor Hume, si él desea obtener buenos resultados. En buenas manos,
E. haría un inmenso bien a la S.T. en la India, pero para esto tiene que pasar
un entrenamiento de purificación. M. tuvo que prepararlo durante seis semanas
antes de irse, de otro modo hubiera sido imposible para mí proyectar en su
atmósfera ni siquiera el reflejo de mi "doble". Ya le dije, mi
querido amigo, que lo que él vio no era yo. Ni tampoco podré proyectar para
usted ese reflejo —a menos que él esté completamente purificado. Por lo tanto,
tal como están ahora las cosas, no tengo ni una sola palabra que decir en
contra de las condiciones del señor Hume, tal como han sido expuestas en su
última carta "oficial", excepto felicitarle con todo mi corazón. Por
la misma razón, me es imposible contestarle en este momento a él y a sus
preguntas. Ruéguele que tenga paciencia en la cuestión de E. Existen viles
conspiraciones que se han iniciado y germinado en Londres, entre los
espiritistas, y no estoy totalmente seguro de que E. resista la marea que
amenaza engullirle, a menos que ellos consigan de él, por lo menos, una retractación
parcial. Nosotros nos apartamos de nuestras costumbres y se hizo con él el experimento
en el "Vega", únicamente en beneficio de algunos teósofos
anglo-indios. El señor Hume había
expresado su sorpresa de que ni siquiera los "espíritus" de E.
supieran nada de nosotros y que, a pesar del interés que tenemos por la causa,
no nos presentáramos ni siquiera ante él. Por otra parte, los espiritistas de
Calcuta y la señora Cordón con ellos, se sentían exultantes, y el coronel G. lo
mismo. Los "seres queridos desaparecidos" estuvieron en olor de
santidad durante el corto período de su estancia en Calcuta, y los
"Hermanos" más bien descendieron en la estimación pública. Muchos de
ustedes pensaron que nuestra aparición ante E. hubiera "salvado la
situación" y hubiera obligado a los espiritistas a admitir lo que explica
la Teosofía. Bien; nosotros obramos de acuerdo con vuestros deseos. M. y yo estábamos
decididos a demostrarle a usted que no había base para esas esperanzas. El Fanatismo
y la Ceguera de los espiritistas, alimentados por los motivos egoístas de los médiums
profesionales, se han desbordado, y los adversarios están ahora desesperados.
Debemos dejar que
los acontecimientos sigan su curso natural y sólo podemos ayudar en la crisis
que se avecina si nos ocupamos de los constantes y frecuentes
desenmascaramientos.
Por nuestra parte,
nunca forzaríamos los acontecimientos, ya que ello sólo crearía
"mártires" y les facilitaría el pretexto para una nueva locura.
Por lo tanto, le ruego
que tenga paciencia. Si el señor Hume se mantiene en sus decisiones, tiene ante
sí una tarea noble e importante: la
tarea del verdadero Fundador de una nueva era social, de una Reforma filosófica
y religiosa. Es
algo tan vasto, y concebido con tanta nobleza que, si tal como espero, nos
ponemos fácilmente de acuerdo, él tendrá bastante que hacer durante el
intervalo que yo necesito para sondear y preparar a Eglinton. Escribiré a Hume
y contestaré cada uno de sus puntos uno de estos días, explicando la situación
tal como yo la concibo. Entretanto, usted hará bien en enseñarle esta carta. Su
Reseña de la obra The Perfect Way es más perfecta de lo que su autor concibió.
Le agradezco a usted sus buenos servicios, amigo mío. Está usted empezando a
atraer la atención del Chohan. Y si usted supiera solamente lo que eso
significa, no podría calcular con exactitud la recompensa que usted merece por
recientes servicios ya mencionados.
Suyo
afectuosamente,
K.H.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario