domingo, 17 de abril de 2016

LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS. CARTA N°. 84

LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS.
CARTA N°. 84
Carta del Mahatma K.H. a A. P. Sinnett.

LA RAMA LONDRES DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA

CARTA Nº 84
Confidencial
Mi querido amigo—
Lo que incluyo debe ser transmitido a la R.L.S.T. por su mediación, en su calidad de Vice-Presidente de la Sociedad Madre, y por lo tanto, como representante del Presidente-Fundador y no como miembro de la Rama de Londres.
Los recientes acontecimientos en los que usted ha desempeñado un papel no del todo agradable puede que sean penosos para algunos y fastidiosos para otros; sin embargo, es mejor que sea así y que no haya continuado la vieja calma paralizadora. Un acceso de fiebre en el cuerpo humano es prueba de que la naturaleza está tratando de expulsar los gérmenes de la enfermedad y, posiblemente, de la muerte, anteriormente absorbidos. Tal como iban las cosas, la Rama Londres estaba sólo vegetando y las vastas posibilidades de evolución psíquica en la Gran Bretaña no habían sido puestas a prueba totalmente. El Karma requería, evidentemente, que el reposo fuera interrumpido por la intervención del principal responsable de ello —C.C. Massey, y por eso fue él quien colocó a la señora K. en su actual posición. Ella no ha logrado su propósito, pero el Karma ha conseguido el suyo; en adelante, el grupo de Londres, despierto, estimulado y advertido, tiene el campo libre para ejercer sus actividades.
Su propio Karma, amigo mío, le destina a desempeñar un papel todavía más importante en las cuestiones teosóficas europeas del que ha tenido hasta ahora. La próxima visita de Olcott tendrá como resultado acontecimientos importantes, en cuyo desarrollo va usted a tomar parte. Mi deseo es que vaya usted haciendo acopio de todas las fuerzas en reserva de su ser, de manera que pueda estar a la altura de la dignidad e importancia de la crisis. Por poco que le parezca que consigue —psíquicamente— en esta existencia, no olvide que su desarrollo interno progresa de instante en instante y que hacia el final de su vida, así como en su próximo nacimiento, el mérito acumulado por usted le aportará todo aquello a lo que aspira.
No es buena política el que H.S. Olcott sea exclusivamente su huésped durante toda su estancia en Inglaterra: su tiempo debería ser compartido entre usted y otros con opiniones diversas —si es que ellos desearan invitarle durante algún tiempo. Irá acompañado de Mohini, a quien he elegido como chela mío y con el cual me comunico algunas veces directamente.
Trate al joven con amabilidad, olvidando que es un bengalí y recordando sólo que ahora es mi chela. Haga todo lo que pueda para dignificar el cargo de Olcott porque él representa a toda la Sociedad y por razón de su posición oficial —si no por otra es, con Upasika, el más cercano a nosotros en la cadena del trabajo teosófico.
Asirvadam (Bendiciones).

K.H.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario