sábado, 30 de abril de 2016

LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS. CARTA N°. 133


LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS.
CARTA N°. 133
Carta de H.P.B. a A. P. Sinnett.

APENDICE


CARTA Nº 133
Mi querido señor Sinnett:
Es muy extraño que esté usted dispuesto a engañarse a sí mismo de tan buena gana. Anoche vi a quien tenía que ver y, habiendo obtenido las explicaciones que deseaba, ahora me reafirmo en puntos sobre los que no sólo dudaba, sino que era totalmente remisa a aceptar. Y las palabras de la primera línea son palabras que me siento obligada a repetir ante usted como un  aviso y porque, después de todo, le considero a usted como uno de mis mejores amigos personales. Ahora bien, hablando lisa y llanamente, usted se ha engañado y sigue engañándose sugestionándose sobre el contenido de la carta que ayer recibí del Mahatma. La carta es Suya, tanto que haya sido escrita por un chela como no; y aunque le llene de perplejidad y le parezca contradictorio y "absurdo", es la completa expresión de sus sentimientos, y él sostiene lo que en ella decía. Para mí, resulta sobre manera extraño que usted acepte como Suyo solamente aquello que encaja con sus propios sentimientos y que rechace todo aquello que contradiga sus propias ideas sobre la idoneidad de las cosas. Olcott se ha conducido como un asno totalmente desprovisto de tacto; lo ha confesado y está dispuesto a confesarlo otra vez y a entonar el mea culpa delante de todos los teósofos —y eso es más de lo que ningún inglés estaría dispuesto a hacer. Esta es, tal vez, la razón del por qué él, con todo y su falta de tacto, y con todas sus frecuentes excentricidades que, cabalmente, hieren la susceptibilidad de usted y la mía también —¡el cielo lo sabe!— al estar en contra, como lo está, de todo convencionalismo —es tan querido, sin embargo, por los Maestros, a los que no les gustan las fiorituras de la civilización europea. Si yo hubiera sabido la noche pasada lo que ahora sé —es decir, que usted se imagina, o mejor dicho, quiere imaginarse que la carta del Mahatma no es totalmente ortodoxa, y que fue escrita por un chela para complacerme, o algo por el estilo, no me hubiera precipitado hacia usted como única tabla de salvación. Las cosas se están volviendo vagas y confusas. Ayer por la noche me las arreglé para que la Sociedad de Investigaciones Psíquicas se librara de su pesadilla, Olcott. Puedo arreglármelas para que Inglaterra se libre de su hombre del saco —la Teosofía. Si usted —el más leal, el mejor de los teósofos— está totalmente dispuesto a convertirse en víctima de sus propios prejuicios y creencias en nuevos dioses de su propia creación destronando a los antiguos, entonces, a pesar de todo y de todos, la Teosofía ha llegado demasiado pronto a ese país. Que su Rama Londres de la S.T. siga adelante tal como lo hace —yo no puedo hacer nada, y lo que quiero significar con esto, se lo diré cuando le vea. Pero no quiero tener nada que ver con las nuevas disposiciones y —además me desentiendo de ello, a menos que nos pongamos de acuerdo para dejar de discrepar.
Suya,
H.P.B.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario