LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 59
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
CARTA Nº 59
Recibida en Londres
hacia el mes de julio de 1883.
Sean cuales sean
las deficiencias de las que me haga responsable, mi siempre indulgente "chela
laico", es patente que me hará justicia por haberle suministrado una nueva
fuente de satisfacción; pues, ni siquiera la sombría profecía de Sir Charles
Turner (una
reciente oscuración suya) de
que usted caería en el catolicismo romano como inevitable resultado de inmiscuirse
en la Teosofía y creer en el maya de "K.H.", ha mitigado el
ardor de su propaganda en el licencioso mundo londinense. Y si este celo se
hubiera mencionado por parte del Altruista de Rothney en apoyo de su
declaración de que la materia gris de usted está sobrecargada con el Akasa de
Shigatse, sin duda será todavía un bálsamo para sus sentimientos heridos saber
que usted está ayudando especialmente a
construir el puente por el cual los metafísicos británicos puedan alcanzar
nuestro lejano pensamiento.
Es costumbre, entre
algunas buenas personas, mirar hacia atrás en el camino de su vida desde las
lomas del tiempo a las que ascienden cada año. De manera que, si mi esperanza no me ha traicionado, usted debe haber
estado comparando mentalmente "el mayor de sus placeres actuales" y
su "ocupación constante" con lo que era en tiempos pasados, cuando
usted transitaba por las calles de su ciudad, donde las casas son como si
estuvieran "pintadas en tinta china", y donde un día de sol es algo
memorable.
Usted se ha
enfrentado consigo mismo y ha encontrado que el teósofo es un Anak desde el
punto de vista moral, comparado con el "hombre de antes" (el beau
valseur); ¿no es así? Bien, posiblemente
ésta es su recompensa — o el comienzo de ella; el final, usted lo cumplirá en
el Devachán, cuando esté "flotando en" el éter circundante —en lugar
de flotar en el enlodado Canal Británico (Canal de la Mancha.
N.T.)— aunque
ese estado pueda ahora aparecer confuso ante su visión mental. Sólo entonces "tú mismo te verás a ti mismo"
y aprenderá el verdadero significado del Atmanam, atmana pasya:— "Conocerse a sí mismo
como radiante luz, No requiere ninguna luz para ser percibido...." de la gran
Filosofía Vedanta.
De nuevo y una vez
más se ha hecho un intento para dispersar una parte de esa gran niebla que encuentro
en el Devachán del señor Massey. Aparecerá como una colaboración en el número
de agosto del Theosophist y para eso lo someteré al señor Massey y a usted. Es muy posible que incluso entonces la
"oscuración" no se disperse y pueda pensarse que la explicación
propuesta no es nada convincente y que en lugar de dar cuerda al reloj, una
mano torpe no ha hecho más que romper algunos dientes de su engranaje. Este
es nuestro infortunio, y dudo que alguna vez nos veamos libres totalmente de
estas oscuridades y de estas supuestas contradicciones, puesto que no hay
manera de situar cara a cara a los que preguntan y a los que responden. Pero,
en el peor de los casos, debe admitirse que hay cierta satisfacción en el hecho
de que ahora existe un vado a través de este río y de que usted está
construyendo los arcos para un magnífico puente. Está
muy bien que usted bautice al bebé recién nacido de su cerebro con las aguas de
la Esperanza y que, dentro de los límites de las posibilidades, se dé con ello
"un impulso mayor y más sensible al movimiento actual". Pero, amigo,
incluso el "queso fresco" de la radiante luna es comido
periódicamente por Rahu —de manera que no crea usted que está libre de toda
eventual veleidad popular, que apagaría su luz en favor de alguna nueva
"vela de sebo de cuatro cuartos" de algún nuevo hombre. La cultura de la Sociedad
se inclina más a menudo hacia la filosofía del tenis que a la de los execrados "adeptos",
quienes se ejercitan en una partida más amplia, que tiene mundos en lugar de pelotas
y el espacio etéreo como alisado césped. El estilo llano de su primer libro estaba condimentado
con fenómenos para deleitar el paladar espiritista; este segundo libro es un plato
de fría filosofía y apenas encontrará usted en "la gran sección de la
Sociedad londinense" cantidad suficiente del vino de la simpatía para
acompañarlo. Muchos de los que ahora creen que usted está algo loco, comprarán
el libro para descubrir si debería
crearse una comisión De lunático para evitar que usted haga más daño; pero, de
todos sus lectores, es probable que sean pocos los que sigan su ejemplo
dirigiéndose hacia nuestro ashram. Pero el deber del teósofo es parecido al del labrador;
abrir los surcos y sembrar el grano lo mejor que pueda; el resto depende de la
naturaleza y ésta es la esclava de la Ley.
No malgastaré más
mis condolencias por los pobres "chelas laicos" a causa de las
"delicadas armas que sólo ellos pueden utilizar". ¡Sería un día muy
triste para la humanidad si otras armas más afiladas y mortales se pusieran en
sus manos inexpertas! ¡Ah!, usted estaría
de acuerdo conmigo, mi fiel amigo, si pudiera oír tan sólo el lamento que uno
de ellos acaba de lanzar a causa de los angustiosos resultados de las armas
envenenadas de las que en mala hora se valió con la ayuda de un hechicero.
Anonadado moralmente, por la misma impetuosidad de su egoísmo, consumiéndose
físicamente por las enfermedades engendradas por las satisfacciones animálicas
que buscó con la ayuda del "demonio"; tras él queda el oscuro recuerdo
de oportunidades desperdiciadas y éxitos diabólicos, y ante él, una mortaja de
negra desesperación —de avítchi. Este desdichado ser vuelve su rabia
impotente contra nuestra "luminosa ciencia" y contra nosotros, y
lanza sus inútiles maldiciones contra aquellos a quienes él asedió en vano,
pidiéndoles más poderes en el sendero probatorio, y a los que abandonó por un
Gurú nigromántico que ahora abandona a la víctima a su destino. Siéntase satisfecho,
amigo mío, con sus "armas delicadas"; y si no son tan letales como el
disco de Vishnu, pueden derribar muchas barreras si son manejadas con fuerza. El pobre desgraciado del que hablo reconoce
una serie de "mentiras, abusos de confianza, odios, tentaciones o motivos
de extravío de otros, injusticias, calumnias, perjurios, falsos pretextos,
etc." El "aceptó el riesgo voluntariamente", pero añade:
"si ellos (nosotros) hubieran sido buenos y compasivos, a la vez que
sabios y poderosos, seguro (fue me hubieran impedido emprender una tarea para
la cual yo no estaba capacitado". En una palabra: se
espera de nosotros —que hemos conseguido nuestro conocimiento, tal como es, por
el único método factible, y que no tenemos ningún derecho a impedir que ningún
semejante haga la prueba, (aunque sí tenemos el derecho de poner sobre aviso —y
lo hacemos— a cada candidato), que carguemos con la responsabilidad del castigo
de esa interferencia, o que tratemos de salvarnos del mismo convirtiendo en
adeptos a incompetentes, ¡a pesar de ellos mismos! Por el hecho de que
nosotros no hicimos esto, este hombre está "condenado a llevar una
existencia desgraciada, igual que si fuera un saco de veneno activo, lleno de
corrupción física, moral y mental". En su desesperación, este hombre, de
"pagano", ateo y librepensador —se ha convertido en cristiano, o
mejor, en teísta, y ahora se "somete" humildemente a El (un Dios
extra-cósmico, para quien incluso ha descubierto un lugar) y para todos los
delegados por El con legítima autoridad. Y nosotros, pobres criaturas, somos
"Traidores, Embusteros, Diablos, y todos mis crímenes (los de él, tal como
se enumeran más arriba), son como un brillante ropaje de gloria si se comparan
con los crímenes de Ellos" —sus palabras en mayúsculas, así como las subrayadas
están citadas de la misma manera. Ahora, amigo mío, aleje ese pensamiento de que yo no
debo comparar el caso de usted con el de él, porque no lo hago. Sólo le he proporcionado
a usted un vislumbre del infierno de esta alma perdida, para demostrarle qué desastres
pueden caer sobre el "chela laico" que trata de agenciarse poderes
prohibidos, antes de que su naturaleza moral se haya desarrollado hasta el
punto idóneo para su utilización.
Usted debe
reflexionar mucho sobre el artículo "Chelas y chelas laicos" que
encontrará en el Suplemento del Theosophist de julio.
¿De manera que el
importante señor Crookes ha decidido poner un pie para cruzar el umbral por
consideración al contenido de las publicaciones de la Sociedad? Muy bien y muy prudentemente
hecho y, realmente, muy valiente por su parte. En tiempos pasados fue lo bastante
audaz como para dar un paso similar, y lo bastante leal a la verdad como para desengañar
a sus colegas, dando publicidad a sus actos. Cuando se dio cuenta de que su inapreciable
publicación se ocultaba a las "Secciones" y que toda la Royal Society
trataba de silenciarlo, metafóricamente si no de hecho, como lo hizo su
Sociedad Hermana en América con aquel mártir llamado Haré —poco podía imaginar
él qué perfecta venganza le tenía preparada el Karma. Hágale saber que su
cuerno de la abundancia no está todavía vacío y que la ciencia occidental
tiene que descubrir todavía tres estados adicionales de la materia. Pero no debe
esperar que nosotros nos condensemos a nivel de estetoscopio, como lo hizo su
Katie; porque nosotros,
los hombres, estamos sujetos a las leyes de la afinidad molecular y de la atracción
de los polos con las cuales esa dulce aparición no encontró dificultades.
Nosotros no tenemos
favoritos, ni quebrantamos ninguna regla.
Si el señor Crookes
quisiera penetrar en lo Arcano, más allá de los pasadizos que los instrumentos
de la ciencia moderna ya han excavado —que lo haga.
Lo intentó y dio
con el Radiómetro;
lo intentó de nuevo
y encontró la materia Irradiante;
puede que lo
intente otra vez y encuentre el "Kama-rupa" de la materia: su quinto
estado.
Pero, para
encontrar su Manas, tendrá que comprometerse a guardar el secreto más firmemente
de lo que parece sentirse inclinado a hacer. Usted conoce nuestro lema, y sabe que sus aplicaciones
prácticas han borrado la palabra "imposible" del vocabulario del
ocultista. Si él no se cansa de probar, puede descubrir la más noble de todas las
realidades, su verdadero SER. Pero tendrá que ir penetrando a través de muchos
estratos antes de que llegue hasta Ello. Y para empezar, en primer lugar,
déjele que se libere del maya de que algún ser viviente pueda tener
"derechos" sobre los Adeptos. El puede crear atracciones irresistibles y obligarles
a que le presten atención, pero esas atracciones serán espirituales y no
mentales o intelectuales. Y este aviso es pertinente para y está dirigido a varios
teósofos británicos, y sería bueno para ellos que lo supieran. Una vez desembarazados
de las influencias comunes a la Sociedad, nada nos atrae hacia alguien de fuera
a no ser su espiritualidad en desarrollo. Puede ser un Bacon
o un Aristóteles en conocimiento y sin embargo, ni siquiera puede hacer que su corriente
sea notada por nosotros ni como el peso de una pluma, si su poder está limitado
a Manas.
La energía suprema
reside en Buddhi; latente cuando está unido sólo a Atman, activa e irresistible
cuando está galvanizada por la esencia de "Manas", y cuando ninguna
de las impurezas de este último se mezcla con esa esencia pura para agobiarla
con su naturaleza finita.
El Manas puro y
simple es de grado más inferior y de la región de la tierra; y por eso sus
hombres eminentes sólo cuentan como nulidades en el terreno donde la grandeza
se mide de acuerdo con las normas del desarrollo espiritual.
Cuando
los antiguos fundadores de vuestras escuelas filosóficas llegaron a Oriente
para adquirir el conocimiento de nuestros predecesores, no manifestaron ninguna
exigencia, excepto la de un sincero y desinteresado anhelo por la verdad. Si
alguien aspira ahora a fundar nuevas escuelas de ciencia y de filosofía,
triunfará con el mismo plan —siempre que los que lo pretendan posean en sí
mismos los elementos del éxito.
Sí, usted tiene
razón por lo que se refiere a la Sociedad de Investigaciones Psíquicas; su trabajo
es de una naturaleza que puede causar efecto ante la opinión pública,
demostrando de una manera experimental las fases elementales de la Ciencia
Oculta. H.S. Olcott
ha estado tratando de convertir a cada una de las Ramas indias en una escuela
de investigación por el estilo, pero falta la capacidad para el estudio
independiente y sostenido por amor al conocimiento, y esta capacidad debe
desarrollarse. El
éxito de la S. de I.P. ayudará mucho en este sentido, y bien que lo deseamos.
También estoy de
acuerdo con usted en sus puntos de vista sobre la elección del nuevo presidente
de la S.T.B.; de hecho, creo que le hice saber que estaba de acuerdo antes de
que se efectuara la elección.
No hay razón alguna
por la cual usted no deba "intentar curas mesméricas", no con la
ayuda de su guardapelo, sino con el poder de su propia voluntad. Si esta última no
actúa con energía, ningún guardapelo servirá de mucho. El cabello en sí no
es más que un "acumulador" de la energía de aquel en quien creció, y
no puede curar por sí mismo, de la misma manera que la electricidad acumulada
no puede hacer girar una rueda hasta que es liberada y conducida hasta el punto
deseado. Ponga su
voluntad en movimiento y en seguida atraerá a la persona en cuya cabeza creció
el cabello, a través de la corriente psíquica que siempre circula entre él y sus
mechones cortados. Para curar enfermedades no es indispensable —aunque sí
deseable— que el especialista en psicopatías sea absolutamente puro; hay muchos
en Europa y en otras partes que no lo son. Si la curación se realiza bajo el impulso de la
caridad perfecta, sin mezcla alguna de ningún egoísmo latente, el filántropo
pone en movimiento una corriente que circula como una pura vibración a través
de la sexta condición de la materia, y es percibida por aquel a quien se
reclama en busca de ayuda, a no ser que en ese momento él esté ocupado en algún
trabajo que le obligue a rechazar toda influencia ajena. La
posesión de un mechón del cabello de cualquier Adepto es, desde luego, una
ventaja indudable, igual que lo es para el soldado en la batalla la posesión de
una espada bien templada; pero la medida de su verdadera ayuda para el que
trata en psicopatía estará en relación con el grado de poder de voluntad que despierte
en sí mismo, y con el grado de pureza psíquica en su móvil. El talismán y el
Buddhi de él están en armonía.
Ahora que usted se
encuentra en el centro de la moderna exégesis buddhista en relación personal
con algunos de los comentaristas más inteligentes (¡de los cuales nos libren
los santos Devas!), llamaré su atención sobre unas cuantas cosas que son, en
verdad, tan vergonzosas a la vista de los aún no iniciados, como engañosas para
el público en general. Cuanto más lee uno especulaciones tales como las de los
señores Rhys Davids, Lillie, etc. — menos se puede llegar a creer que la
enquilosada mente occidental pueda alcanzar nunca la esencia de nuestras
abstrusas doctrinas. No obstante, a pesar de lo desesperados que puedan ser sus
casos, parece que valdría la pena tomarse la molestia de poner a prueba la
intuición de sus miembros londinenses —de algunos de ellos por lo menos— dando
a entender, a través y por medio de usted, uno o dos misterios, y dejando que
ellos mismos completen lo que queda de la serie. ¿Tomaremos al señor
Rhys Davids como nuestro primer responsable y demostraremos que, a pesar de
haberlo hecho de una manera indirecta, es él quien ha fortalecido las absurdas
ideas del señor Lillie, quien se ilusiona imaginando que ha demostrado la
creencia en un Dios personal en el antiguo Buddhismo? La obra
"Buddhismo", de Rhys Davids, está llena de los rasgos más importantes
de nuestro esoterismo, pero éste, al parecer, se encuentra siempre no sólo más
allá de su alcance sino, en apariencia, incluso más allá de los poderes de su
comprensión intelectual, por lo que se ve. Para invalidar "metafísicas absurdas"
y las invenciones de las mismas, él crea dificultades innecesarias, y se
precipita temerariamente en una inextricable confusión. El es como los Colonos
de El Cabo, que vivían sobre minas de diamantes sin sospecharlo. Pondré sólo
como ejemplo la definición de "Avalokitesvara" en las páginas 202 y
203. Allí encontramos al autor diciendo lo que para cualquier ocultista es de
un absurdo evidente:
—"El nombre de
Avalokitesvara, que significa 'el Señor que mira hacia abajo desde lo alto' es una
invención puramente metafísica. El curioso uso de la partícula avalokita en voz
pasiva pasada, se ve claramente, dándole un sentido activo, que procede de las
traducciones al tibetano y al chino".
Ahora bien: al
decir que este vocablo significa: "el Señor que mira hacia abajo desde lo
alto", o
bien, tal como lo explica con desenfado más adelante: —"el Espíritu de los
Buddhas presente en la iglesia", es invertir por completo el sentido. Es
equivalente a decir: "el señor Sinnett mira hacia abajo desde lo alto (su
Fragments of Occult Truth) a la Sociedad Teosófica Británica", mientras
que es esta última la que mira hacia arriba al señor Sinnett, o más bien a su
Fragments como la expresión (la única posible en su caso) y culminación del
conocimiento buscado. Este no es un símil inadecuado y define la situación con
exactitud. Resumiendo, Avalokita
Isvar, interpretado literalmente, significa "el Señor que es visto",
implicando "Iswara, por otra parte, más bien el adjetivo que el
sustantivo, es decir, señorial, señorío existente por sí mismo, y no Señor.
Cuando el término se interpreta correctamente es, en un sentido, "el Ser
divino percibido o visto por el Ser", el Atman o Séptimo Principio
liberado de su separación mayávica, de su Origen Universal —que se convierte en
el objeto de percepción para y por la individualidad concentrada en Buddhi, el
Sexto Principio —algo que sólo pasa en el estado más elevado de Samadhi. Esto
es por lo que se refiere al microcosmo. En otro sentido, Avalokitesvara
implica el séptimo Principio Universal como objeto percibido por el Buddhi
universal, "Mente" o Inteligencia, que es, en conjunto, la síntesis
de todos los Dhyan Chohans, así como de todas las demás inteligencias, grandes
o pequeñas, que siempre existieron, existen o existirán. Ni tampoco es el
"Espíritu de los Buddhas el que está presente en la Iglesia", sino
—el Espíritu Universal Omnipresente en el templo de la Naturaleza— en un caso,
y el séptimo Principio, el Atman, en el templo, el hombre —en el otro. El señor Rhys Davids podría haber recordado al menos, el (para él)
conocido símil hecho por el Adepto cristiano, el Cabalista Pablo: "¿No sabéis que vosotros sois el templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" —y así, el señor
Davids se hubiera ahorrado hacerse un lío con el nombre. Aunque como gramático
se dio cuenta de la utilización del vocablo en voz "pasiva pasada",
sin embargo, se encuentra muy lejos de ser un inspirado "Panini", al
pasar por alto la verdadera causa y salvar su gramática provocando la
persecución pública contra los metafísicos. Y sin embargo, cita el Catena
de Beal como autoridad a la que se remite para la invención, cuando en realidad
esta obra es tal vez la única escrita en inglés que, en cualquier caso, da una
explicación bastante aproximada y correcta de la palabra, en la página 374.
"Auto-manifestado" —¿cómo? se
pregunta.
"La palabra o
Vach se consideraba el Hijo o la manifestación del Eterno SER, y era adorada
bajo el nombre de Avalokitesvara,
el Dios manifestado".
Esto demuestra con
toda claridad que Avalokitesvara es, a la vez, el Padre no manifestado y el
Hijo manifestado, el último procediendo de y siendo idéntico al primero; es decir,—el
Parabrahm y Jivatman, el séptimo Principio Universal e individualizado —lo Pasivo
y lo Activo; el último, la Palabra, Logos, el Verbo. Llámesele como se
quiera, mientras estos desgraciados y despistados cristianos sepan que el
verdadero Cristo de todo cristiano es Vach, la "Voz mística",
mientras que el hombre —Jeshu, no era más que un mortal como cualquiera de nosotros,
un adepto, más por su pureza inherente y por su desconocimiento del verdadero
Mal, que por lo que había aprendido con sus Rabinos iniciados y con los
Hierofantes y sacerdotes egipcios, quienes en ese período ya estaban degenerando
rápidamente. Beal
también comete una gran equivocación cuando dice: "Este
nombre (Avalokitesvara) tomó en chino la forma de Kwan-shai-yin, y la divinidad
a la que se rendía culto bajo ese nombre (era), generalmente, considerada
femenina".
(374) Kwan-shaiyin —o la voz
universalmente manifestada es activa— masculina; y no
debe ser confundida con Kwan-yin, o Buddhi, el Alma Espiritual (el sexto
Principio) y el vehículo de su "Señor".
Kwan-yin es el
principio femenino o la manifestación pasiva, manifestándose a sí misma "en
cada criatura del Universo para liberar a todos los hombres de las
consecuencias del pecado" —tal
como lo presenta Beal, por esta vez con absoluta corrección, (383) —mientras que Kwan-shai-yin,
el "Hijo idéntico al Padre", es la actividad absoluta; y por lo tanto
—al no tener relación directa con los objetos de sensación— es Pasividad.
¡Qué artimaña más
vulgar la de sus aristotélicos! Con la persistencia de un perro sabueso persiguen
una idea hasta el mismo borde del "abismo infranqueable" y después, acorralados,
dejan que los metafísicos descubran la pista, si pueden, o que la dejen perder.
Nada más natural que un teólogo
cristiano, un misionero, actúe de esta manera, puesto que una comprensión
demasiado acertada de nuestro Avalokitesvara y de nuestra Kwan-Shai-Yin podría
tener efectos muy desastrosos —tal como puede percibirse con facilidad incluso
en lo poco que acabo de explicar. Significará, simplemente, mostrar a la cristiandad el
origen verdadero e innegable de los "pasmosos e incomprensibles" misterios
de su Trinidad, de su Transubstanciación, de su Inmaculada Concepción, así como
también de dónde proceden sus ideas del Padre, Hijo, Espíritu y —Madre. Es menos fácil
cambiar de táctica al piacere (A
placer.—Eds.) en la
cronología buddhista que en las cronologías del Chrishna y Cristo. Los
buddhistas no pueden situar —por mucho que lo quieran— el nacimiento de nuestro
Señor Sangyas Buddha en la era cristiana, tal como se las han ingeniado para
hacer con la de Chrishna. Es algo sorprendentemente curioso el por qué un ateo
y materialista como el señor Rhys Davids elude así la correcta interpretación
de nuestros dogmas —incluso cuando él los comprende— cosa que no ocurre todos
los días. En esta ocasión, el ciego y culpable Rhys Davids conduce al ciego e
inocente señor Lillie hasta el foso, donde este último, aferrándose a la paja
que se le tiende, se regocija ante la idea de que el Buddhismo predica en
realidad —¡¡un Dios personal!!
¿Conoce su S.T.B. (Sociedad
Teosófica Británica.—Eds.) el significado
de los triángulos blanco y negro entrelazados del sello de la Sociedad madre
que ella también ha adoptado?
¿Debo explicarlo?
El doble triángulo,
considerado por los cabalistas judíos como el Sello de Salomón es, como muchos
de ustedes indudablemente saben, el Sri-yantra del Templo arcaico Ario, el
"misterio de los Misterios", una síntesis geométrica de toda la
doctrina oculta. Los dos triángulos entrelazados son el Buddhangams de la
Creación. Contienen la "cuadratura del círculo", la piedra filosofal",
los grandes problemas de la Vida y de la Muerte, y —el misterio del Mal.
El chela que pueda explicar
este signo en cada uno de sus aspectos —es virtualmente un adepto. ¿Cómo es, pues, que
la única persona entre ustedes que ha llegado tan cerca del descubrimiento del
misterio, es también la única que no obtuvo ninguna de sus ideas de los libros? Inconscientemente,
ella descubre —al que tiene la clave— ¡la primera sílaba del Nombre Inefable!
Como es natural, usted sabe que el doble triángulo —el Satkona Chakram de
Vishnu— o la estrella de seis puntas, es el siete perfecto. En todas las obras
sánscritas antiguas —védicas y tántricas— encuentra usted el número 6
mencionado más a menudo que el 7; al estar este último número, el punto
central, implícito, porque es el germen de los 6 y su matriz. Tenemos pues que .
.(Aquí, en el texto
original, se encuentra un dibujo rudimentario representando los triángulos
entrelazados inscritos en un círculo.—Ed.) el punto central representa el siete, y el círculo el
Mahakasha —el
espacio infinito— como el séptimo Principio Universal. En un sentido, los dos
son considerados como Avalokitesvara, pues son, respectivamente, el Macrocosmo
y el microcosmo. De los triángulos entrelazados —el que tiene la punta hacia
arriba— es la Sabiduría oculta, y el de la punta hacia abajo es la Sabiduría
revelada (en el mundo fenomenal). El círculo indica la cualidad del Todo que
limita y circunscribe, el Principio Universal, el cual se expande así desde
cualquier punto dado hasta abarcar todas las cosas, al mismo tiempo que encarna
la potencialidad de cada acción en el Cosmos. Por lo tanto, como el punto es el centro alrededor del cual está
trazado el círculo —ambos son idénticos y uno solo, aunque desde el punto de vista
de Maya y Avidya —ilusión e ignorancia— el uno está separado del otro por el
triángulo manifestado, cuyos tres lados representan las tres gunas —atributos
finitos.
Simbólicamente, el
punto central es Jivatma (el séptimo Principio) y por lo tanto, Avalokitesvara,
la Kwan- Shai-Yin, la "Voz" o (Logos) manifestado, el punto germen de
la actividad manifestada; por esto, según la fraseología de los cabalistas
cristianos, "el Hijo del Padre y de la Madre", y según la nuestra —el
Ser manifestado en el Ser— Yih-sin, la "forma Una de la existencia",
el hijo de Dharmakaya (la Esencia difundida universalmente), masculina y
femenina a la vez.
Parabrahm
o "Adi-Buddha" que, a la vez que actúa a través de ese punto germen externamente
como una fuerza activa, reacciona desde la circunferencia internamente como la Potencia
Suprema, pero latente. Los
dobles triángulos simbolizan el Gran Pasivo y el Gran Activo; lo masculino y lo
femenino; Purusha y Prakriti. Cada triángulo es una Trinidad, porque presenta
un aspecto triple. El blanco representa, con sus líneas rectas Jnanam — (Conocimiento)—;
¡nata —(el Conocedor); y Jneyam —(lo que es conocido). El negro —la forma,
el color y la substancia; y también las fuerzas creadora, conservadora y
destructora, que son mutuamente correlativas, etc., etc.
Bien puede usted
admirar y más debería asombrarse ante la maravillosa lucidez de esa extraordinaria
vidente, pues sin saber sánscrito ni pali, y por lo tanto viéndose privada de
los tesoros metafísicos de estas lenguas, ha visto, sin embargo, una gran luz
resplandeciendo más allá de las oscuras colinas de las religiones exotéricas. ¿Cómo cree usted
que llegaron a saber los autores de "La Vía Perfecta" que Adonai era
el Hijo y no el Padre; o que la tercera Persona de la Trinidad cristiana es
—femenina? En
verdad que en esa obra ellos se sirvieron varias veces de los fundamentos del
Ocultismo. Ella —que persiste en utilizar sin ninguna explicación el engañoso
término "Dios" en sus escritos— ¿puede imaginarse hasta qué punto se acerca
a nuestra doctrina cuando dice:
—"Teniendo por
Padre al Espíritu, que es Vida (el círculo infinito o Parabrahm), y por Madre el
Gran Abismo, que es Substancia (Prakriti en su condición indiferenciada)
—Adonai posee la potencialidad de los dos y maneja los poderes duales de todas
las cosas?" Nosotros diríamos triples, pero en el sentido que se le da
aquí ya servirá.
Pitágoras
tenía una razón para no usar nunca el número 2, finito y sin utilidad, y para
prescindir por completo de él. El UNO, al manifestarse, sólo puede convertirse
en tres. Lo inmanifestado, como simple dualidad, permanece pasivo y disimulado. La mónada dual (los
principios 7° y 6°) para poder manifestarse como Logos, como
"Kwan-shai-yin", tiene que convertirse primero en una tríada (principios
7°, 6° y la mitad del 5°); luego, en el seno del "Gran Abismo"
atrayendo dentro de sí misma el Círculo Uno, forma de él el Cuadrado perfecto
—y de esta manera se alcanza la "cuadratura del círculo"— el más
grande de todos los misterios, amigo mío —e inscribe dentro de este último la
—PALABRA (el Nombre Inefable)— pues de lo contrario, la dualidad no podría
seguir siéndolo y tendría que ser reabsorbida en el UNO. El "Abismo"
es el Espacio —masculino y femenino a la vez. La Sloka dice: "Purush (como Brahma) alienta en la Eternidad;
cuando 'él' inspira, Prakriti (como substancia manifestada) desaparece en su seno;
cuando 'él' espira, ella reaparece como Maya". La realidad Una es
Mulaprakriti (la Substancia indiferenciada), la "Raíz sin raíz", la . . . Pero hemos
de detenemos, de lo contrario a su propia intuición le quedaría muy poco por
decir.
Bien puede ser que
el Geómetra de la R.S. (La
Real Sociedad.—Eds.) no
sepa que el aparente absurdo de intentar
la cuadratura del círculo encierra un misterio inefable. Este, difícilmente
se encontraría entre las piedras fundamentales de las especulaciones del señor
Roden Noel sobre el "cuerpo espiritual ... de nuestro Señor", ni
entre los débris (Pedazos, en
francos. N.T.) de la obra del señor Farmer "A New Basis of
Belief in Inmortality"; y para muchas de esas
mentes metafísicas sería más que inútil divulgar el hecho de que el Círculo
Inmanifestado —el Padre o Vida Absoluta— es inexistente fuera del Triángulo y
del Cuadrado Perfecto —y que sólo se manifiesta en el Hijo; y que cuando se invierte
la acción y vuelve a su estado absoluto de Unidad, y el cuadrado se expande una
vez más en el Círculo, —"el Hijo retorna al seno del Padre". Allí permanece
hasta que es llamado por su Madre —el "Gran Abismo", para que regrese,
para volver a manifestarse como tríada —participando el Hijo, simultáneamente,
de la Esencia del Padre y de la de la Madre —la Substancia activa, Prakriti, en
su condición diferenciada. "Mi
Madre —(Sophia, la Sabiduría manifestada)— me tomó", dice Jesús en un
tratado gnóstico; y pide a sus discípulos que esperen hasta que él venga... La verdadera "Palabra" sólo puede
encontrarse descubriendo el misterio del paso hacia dentro y hacia fuera de la
Vida Eterna, a través de los estados representados en estas tres figuras
geométricas.
La crítica de
"Un Estudiante de Ocultismo" (cuyo ingenio se ha agudizado con el
aire de las montañas de su casa) y la respuesta de "S.T.K. . . -.
Chary" (Theosophist de junio) sobre una parte de las explicaciones de
anillos y círculos de usted, no deben perturbar o distraer en modo alguno su
serenidad filosófica. Como dice, de una manera significativa, nuestro chela de
Pondichery ni a usted ni a ningún otro hombre del otro lado del umbral se les
ha enseñado ni se les enseñará jamás la "teoría completa" de la
Evolución, ni la conseguirán, a menos que la adivinen por sí mismos. Si alguien
puede desenmarañarla de esos entremezclados hilos tal como los que se le dan,
pues bien; y desde luego, sería una demostración muy buena de su visión
espiritual. Algunos —han llegado muy cerca de ella. Sin embargo, incluso entre
los mejores de ellos existe siempre suficiente error de interpretación y de
conceptos —matizando y confundiendo; la sombra de Manas proyectándose sobre el
campo de Buddhi— para demostrar la ley eterna de que sólo el Espíritu liberado
de toda traba verá las cosas del Espíritu sin un velo. Ningún aficionado no instruido podría jamás rivalizar con el que es experto
en esta rama de la investigación; pues los verdaderos Reveladores en el mundo
han sido pocos, y los pseudo-Salvadores del mismo han sido legión; y es una
suerte si sus semivislumbres
de la
luz no se hacen observar a punta de espada, como en el Islam, o como en la Teología
cristiana entre las llamaradas de las hogueras y en las cámaras de tortura. Los Fragments de
usted contienen algunos errores —aunque muy pocos, debidos sólo a sus dos preceptores
de Adyar, uno de los cuales no quiso decírselo a usted todo, y el otro no pudo.
El resto no podrían llamarse errores —sino más bien explicaciones incompletas.
Estas se deben, en parte, a su misma imperfecta instrucción sobre el último
tema —quiero decir las siempre amenazantes oscuraciones— en parte, a los pobres medios de expresión de que
disponemos, y también en parte, a la discreción impuesta sobre nosotros por la
regla. Pero, teniendo en cuenta todas las cosas, esos errores son pocos y
triviales, mientras que por lo que se refiere a los puestos de relieve por
"Un estudiante, etc." (el Marco Aurelio de Simla), en su número VII,
le agradará a usted saber que cada uno de ellos, por más que parezcan ahora contradictorios,
pueden conciliarse fácilmente con los hechos (y si es necesario se conciliarán).
La dificultad
estriba en que:
(a) a usted no se
le pueden dar los verdaderos números y diferencias en las Rondas; y
(b) que usted no
abre suficientes puertas a los investigadores. El radiante Astro de la S.T.B. y
las Inteligencias que la rodean (que la encarnan, quiero decir) pueden ayudarle
a ver los fallos: de todos modos, inténtelo.
"Nunca se ha
perdido nada por intentarlo". Usted, al igual que
todos los principiantes, tiende a sacar conclusiones totalmente firmes (a
partir) de insinuaciones parcialmente captadas, y a dogmatizar sobre ello como
si se hubiera dicho la última palabra. Con el tiempo, se corregirá de esto. Usted puede
comprendemos mal, es más que probable que lo haga así, pues nuestro lenguaje
debe ser siempre, más o menos, el de la parábola y la sugerencia, cuando se
está pisando terreno prohibido; nosotros tenemos nuestros modos peculiares de
expresión, y lo que se encuentra más allá de las barreras verbales es más
importante aún que lo que usted lee.
Pero, con todo —INTÉNTELO. Es posible que si
el señor S. Moses pudiera saber lo que se quiso significar con lo que se le
dijo sobre sus Inteligencias se daría cuenta de que todo es estrictamente
cierto. Como él es un hombre de desarrollo interno, puede llegar el día en que su
reconciliación con "los Ocultistas" sea completa. ¿Quién sabe?
Mientras tanto, y
con su permiso, terminaré este primer volumen.
K.H.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario