LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 78
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
LA AVENTURA DEL
"PHOENIX" Y LA CONDICIÓN DE LA INDIA.
CARTA Nº 78
Mi querido amigo,
no me acuse —después de haber empezado a acusarme yo mismo— de indiferencia o
de olvido de nuestra pequeña especulación. No
se trata de consultar al Chohan cada día sobre esos menesteres
"mundanos", y ésa es mi excusa por el inevitable retraso.
Y ahora, mi
venerado Jefe me permite que le transmita a usted un memorándum de Sus opiniones
e ideas acerca de la suerte y el destino de cierto periódico acerca del cual le
fueron solicitadas sus previsiones por su humilde amigo y servidor.
Poniéndolas
en forma práctica he anotado sus puntos de vista como sigue:
I. Establecer un
nuevo periódico de la clase descrita es deseable y muy factible —si se realiza el
esfuerzo adecuado.
II. Ese esfuerzo debe
ser realizado por sus amigos en el mundo y por todo teósofo indio que desee de
corazón el bien de su país, y no tema gastar sus energías y su tiempo. Debe ser
hecho por los de fuera —es decir, por aquellos que no pertenecen
irrevocablemente a nuestra Orden; en cuanto a nosotros—
III. Podemos dirigir y
guiar sus esfuerzos y el movimiento en general. Aunque separados de su mundo de
acción, no estamos todavía por completo separados de él mientras exista la Sociedad
Teosófica. De ahí que, aunque no podamos inaugurarlo públicamente y con el conocimiento
de todos los teósofos y de aquellos a quienes les concierne, nosotros podemos y
(fuéremos ayudar a la empresa tanto como sea posible. De hecho, ya hemos
empezado a hacerlo así. Además, se nos permite recompensar a aquellos que hayan
ayudado de la forma más efectiva a realizar esta gran idea (que promete, al
final, cambiar los destinos de toda una nación, si el asunto está dirigido por
una persona como usted).
IV. Al proponer a los
capitalistas, especialmente a los nativos, arriesgar (tal como es probable que
piensen) una suma tan grande, deben ofrecérseles alicientes especiales. Por lo
tanto, somos de la opinión de que usted no debe pedir más remuneración de la
que actualmente recibe, hasta que sus esfuerzos hayan convertido el periódico
en un éxito indiscutible —(algo que debe suceder y que sucederá)— si es que
sirvo para algo. Durante algún tiempo, pues, es deseable que este asunto sea
desbrozado de toda característica dudosa, a los ojos de los futuros
accionistas. Actualmente puede invertirse capital de varias maneras, a fin de
asegurar un interés moderado con poco o ningún riesgo. Pero para el especulador
corriente, existe mucho riesgo al fundar un nuevo periódico de elevado costo,
que es para favorecer la parte de los legítimos intereses de los nativos en
aquellos casos, demasiado frecuentes, de injusticia (los cuales difícilmente
pueden ser demostrados ante usted bajo circunstancias normales, pero que lo
serán) —y que siempre ocurren cuando un país está ocupado por conquistadores extranjeros.
Casos que, en lo que se refiere a la India, tienden a multiplicarse con la
entrada gradual de funcionarios de origen social inferior, bajo el sistema de
nombramientos por oposición; y con las incesantes fricciones debidas a un
resentimiento egoísta por la admisión de nativos en el Servicio Civil. A sus
capitalistas, por lo tanto, debe usted presentarles el incentivo de que usted
trabajará desinteresadamente con el mismo sueldo que tiene ahora —para hacer
esta aventura más provechosa de lo normal, y debe decirles que sólo reclamará una
parte de los beneficios —tal como lo ha señalado usted, con un pequeño cambio— cuando
se llegue a ese punto. Yo estoy dispuesto a ofrecerme como garantía de que eso llegará
rápidamente.
V. Mi sugerencia, por
lo tanto, está de acuerdo con la opinión del Chohan de que usted debe indicar
que acepta la paga mensual consolidada que menciona (con los gastos personales y
necesarios para viajes cuando sea por asuntos del periódico) hasta que el
capital esté ganando el 8 por ciento. De las ganancias entre el 8 y el 12 por
ciento usted percibirá una cuarta parte. De todo lo que pase del 12 por ciento,
la mitad.
VI. Ciertamente, usted
deberá tener todo el control del periódico, con alguna cláusula que garantice
que ese poder no será transferido a un sucesor sin el consentimiento de la
mayoría del capital representado por sus dueños, y que debe cesar cuando se
haga evidente que el periódico se ha estado utilizando en contra de los
intereses para cuya promoción se fundó. Sin una salvedad de esta naturaleza, mi
venerable Chohan y nosotros también, creemos que los prejuicios y sospechas
hondamente arraigadas serían causa de que los capitalistas nativos — en
especial los rajáhs— titubearan —no por temor al riesgo de esta empresa, sino
por sus dudas sobre su éxito. Toda la comunidad anglo-europea sufre ahora, en
opinión de los nativos, por los pecados comerciales de empresas deshonestas que
anteriormente han hecho perder la fe de los capitalistas; y hay varios Rajáhs
que ahora siguen con pensativa tristeza la ya lejana silueta de Sir Ashiey
Edén, que se aleja con un bolsillo lleno de promesas nunca cumplidas, y el otro
lleno de los recuerdos de varios lakhs de rupias (Lakh:
cien mil. Rupia es la unidad monetaria de la India.) pedidos prestados y
nunca devueltos a sus amigos —los rajáhs. Al mismo tiempo, esas cláusulas deben
ser redactadas de tal manera que protejan también los intereses de usted. Por
parte de usted tendrá que haber algún ofrecimiento espontáneo, naturalmente,
invitando de vez en cuando a la inspección de libros y documentos a intervalos
razonables para que se haga la comprobación de las cuentas presentadas, puesto
que su integridad personal no puede servir de garantía para todos sus ayudantes.
Pero esto no ha de disminuir su autoridad por lo que respecta a la dirección
del periódico en todas las secciones.
VII. Es mejor que todo
el capital sea aportado antes de que se edite el periódico, pues siempre es
desagradable y molesto pedir contribuciones después de las pérdidas iniciales.
Pero deberá estipularse que todo lo que no sea de inmediata necesidad se
coloque a interés, y que se cree un Fondo de Amortización de los ingresos del
periódico para atender cualquier exigencia imprevista. El capital excedente,
así como las ganancias, deben ser distribuidos de tiempo en tiempo.
VIII. Los contratos y
los documentos de co-participación deben ser legalizados desde el comienzo,
pero depositados de mutuo acuerdo en manos de confianza, y su naturaleza debe ser
mantenida en secreto hasta que surja alguna eventualidad específica. Esto
demostrará buena fe por ambas partes e inspirará confianza.
IX. No parece
necesaria ninguna otra observación sobre las demás partes de su programa. Por lo
tanto —pasemos a otra cosa.
Hace dos o tres
noches escuché la siguiente conversación, o mejor dicho, la siguiente profesión
de opinión independiente que aprobé como razonamiento mundano. Olcott estaba conversando
con varios teósofos influyentes, relacionados e interesados en nuestras
futurasoperaciones periodísticas.
Su colega y
hermano, el bueno y sincero Babu Norendro, del Mirror, dijo unas sabias
palabras a este respecto:
"De los varios
príncipes que los amigos del señor Sinnett tienen en mente en la India, probablemente
ni uno solo se sentiría inducido a suscribir el capital por motivos
patrióticos.
El Nizam quiere los
Berars y espera que Inglaterra sea tan generosa con él como lo es con Cetewayo.
Holkar quiere el cien por cien o acercarse tanto a eso como sea posible.
Kashmir teme a la C. y M. Gazette (Civil and Military
Gazette (Gaceta Civil y Militar).) y a la codicia largo tiempo ansiada de anexionarse su
rica provincia (mi conservador y patriótico amigo, A.P.S. es seguro que tendrá
algo que objetar); Benarés es ortodoxo y estaría dispuesto a gastar con
liberalidad para abolir la matanza de vacas (no de bueyes). Baroda es un niño,
con las inquietudes de un mozalbete y sin ninguna idea clara todavía sobre la
vida. Con agentes apropiados y negociaciones discretas, los 5 lakhs pueden ser
reunidos, pero no puede decirse con cuanta rapidez; (he ahí uno especialmente, que
tiene poca fe, si es que tiene alguna, en nuestra ayuda).
Después de esto,
H.P.B. me remitió la carta de usted. En caso de que se pidiera mi opinión, yo aconsejaría
—(1) mantener a la expectativa a sus Propietarios en cuanto a las verdaderas posibilidades
de usted para que tenga la oportunidad de hacer aquello que pueda redundar en el
mayor beneficio. Por mi parte, le confieso ahora que tengo dos recursos a mi
disposición.
Cuando se reúna el
nuevo capital —incluso en el caso de que sea muy pronto— no representará una
gran diferencia si su periódico se pone en marcha en la próxima estación del frío
o en la siguiente, siempre que usted esté al frente del Pioneer. Usted estará
al mando hasta noviembre y mientras tanto sus amigos tendrán tiempo para
gestionar sus difíciles y delicadas negociaciones, y podrían tomarse
disposiciones para que usted reciba una parte equitativa del salario, mientras
toma sus medidas cómodamente, para comenzar durante la estación fría de 1884.
Por otro lado, si el capital pudiera conseguirse pronto, podría usted colocarlo
a interés y no retiraría ningún emolumento hasta que dejara usted el Pioneer.
Naturalmente, sin forzar los acontecimientos —salvo que el Chohan lo
autorizara, ni violando leyes—todo esto es problemático y, en cierto modo, un
dilema. Pero yo puedo ayudar a sus amigos y ellos lo descubrirán muy pronto,
tan pronto como empiecen. No; si yo fuera usted no prometería no lanzar otro
periódico; pues, en primer lugar, usted no sabe lo que puede suceder y, además,
siempre es útil tener una espada de Damocles suspendida sobre testas como las
de Rattígan y Waiker. Ellos están muertos de miedo, —se lo aseguro. Podrían
hacer incluso que para usted resultara agradable y provechoso continuar en la
dirección del Pioneer con mayores facultades editoriales y más sueldo, porque
esto podría convenirles más que no tenerle a usted de competidor con 5 lakhs
respaldándole. En cuanto a la conveniencia de eso —el tiempo lo dirá.
Tal como es
aconsejable actualmente, yo todavía me atengo al programa original. Tiene usted
que ser el único dueño absoluto de un periódico dedicado a los intereses de mis
compatriotas sumidos en la ignorancia. La nación "indo-británica" he
aquí el pulso que me guía. Volveré sobre esto —otra vez.
Incluyo una carta
que me ha prestado amablemente el Coronel —aunque sin conocimiento de él.
Nuestro amigo echa espumarajos de rabia de la manera menos yóguica imaginable;
y Subba Row tiene razón en su opinión sobre él. Cartas parecidas y todavía
peores, las recibirán C.C.M. y S.M. y otros. ¡Y éste es el hombre que hace sólo
unos días había dado su palabra de honor de que nunca perjudicaría a la
Sociedad, sea la que sea su opinión personal sobre nosotros! El final del
ciclo, buen amigo —los últimos esfuerzos. . . . ¿Quién vencerá? Los Dugpas,
bajo cuya influencia se ha colocado él por completo, a los que atrae por todos
los medios y maneras, o —. ¡Pero ya basta!
Suyo sinceramente,
K.H.
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