LAS CARTAS DE LOS
MAHATMAS.
CARTA N°. 80
Carta del Mahatma
K.H. a A. P. Sinnett.
LA AVENTURA DEL
"PHOENIX" Y LA CONDICIÓN DE LA INDIA.
CARTA N° 80
El efecto de las
gafas convexas del "hijo" de M. (Se refiere al
Coronel Olcott.) al no
estar empero graduadas para una superficie perfecta, le llevó a crear una
situación equivocada. M. no quiso que dijera que existía algo como una
posibilidad de fracaso, sino tan sólo la posibilidad normal de demora en toda
transacción comercial que se deja sólo en manos de nuestros compatriotas;
aparte de la malévola (o, si usted lo prefiere, excéntrica) intromisión del
Swedenborg de Rothney y otros maestros en calamidades. Por todo lo que sé de la
situación —y pretendo vigilarla tan de cerca como me está permitido— hay
posibilidades de que el dinero se consiga a finales de marzo; pero, al ser la suerte un jamelgo bizco, según los informes el momento de la
recaudación no ha sido aún escrito en el libro de memorándums del Destino.
Depende mucho de las contingencias, pero todavía depende más de que el yogui de
Simla nos deje en paz por algún tiempo. Tres lakhs de rupias pueden darse por
perdidos debido a una carta que él escribió a un editor de Calcuta con una
descripción de nuestro verdadero carácter (jesuitas, hechiceros, grupo de
impostores, egoístas, etc.) y que fue mostrada por ese editor a un rajáh, hasta
entonces bien dispuesto y presto para acceder a la invitación de los
"Hermanos Mahatmas" — de patriotismo, en esta transacción habrá muy
poco, si lo hay. Dentro de uno o dos días le comunicaré unos hechos que le
mostrarán a usted las personas a su verdadera luz.
Mientras tanto, si
yo le aconsejo que actúe enteramente de acuerdo con su propio criterio en cuanto
a su partida, es debido a la falsa luz en la cual son vistos casi todos
nuestros actos por parte de los europeos que, sin embargo, están indirectamente
relacionados con nosotros. Yo no deseo que usted me juzgue mal, ni siquiera por
un momento. Pero, por extraña y complicada que a primera vista pueda parecer
nuestra manera de proceder, tengo la esperanza de que usted nunca permitirá que
su mente europea sea influida por su amigo de Rothney.
Bien; más
próximamente.
Siempre suyo
fielmente,
K.H.
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