LA CLAVE DE LA TEOSOFÍA
EXPOSICIÓN CLARA EN FORMA DE PREGUNTAS Y
RESPUESTAS DE LA ÉTICA, CIENCIA Y FILOSOFÍA
PARA CUYO ESTUDIO HA SIDO FUNDADA LA
SOCIEDAD TEOSÓFICA
Dedicada por H. P. B.
a todos sus discípulos
para que aprendan y puedan enseñar a su
vez.
(Parte 24)
LA NATURALEZA SEPTENARIA DEL
HOMBRE
|
||
¿Es lo que llamamos espíritu, alma y
hombre de carne?
|
No. Ésa es la antigua
división platónica. Platón estaba iniciado, y, por lo tanto, no podía entrar
en detalles prohibidos; pero el que conoce la doctrina arcaica encuentra el número siete en las
varias combinaciones de Platón respecto al alma y al espíritu.
Consideraba al hombre
constituido en dos partes: la una eterna, formada de la misma esencia que lo
Absoluto; la otra mortal y corruptible, derivando sus partes constitutivas de
los dioses menores “creados”. Demuestra al hombre compuesto de:
1º un cuerpo mortal,
2º un principio inmortal,
y
3º “una especie del
alma mortal separada”. Es lo que llamamos, respectivamente, el hombre físico,
el alma espiritual o espíritu, y el alma animal (el Nous y psuche).
Ésta es la división adoptada por San Pablo, también iniciado, que sostiene
que existe un cuerpo psíquico (alma o cuerpo astral implantado en el corruptible), y un cuerpo espiritual
(formado en la
substancia incorruptible). Hasta el mismo Santiago (III, 15) lo corrobora diciendo
que la “sabiduría” (de nuestra alma inferior) no viene de arriba, sino que es terrestre, “psíquica”,
“demoníaca” (véase el texto griego); mientras que la otra Sabiduría es
celeste. Tan claro es esto, que Platón y el mismo Pitágoras, al hablar sólo
de tres “principios”, les prestan siete funciones separadas en sus diferentes
combinaciones; y si comparamos con esto nuestras doctrinas, resultará
evidente la concordancia. Hagamos un bosquejo de estos siete aspectos por
medio de las dos tablas siguientes:
|
|
DIVISIÓN TEOSÓFICA
CUATERNARIO INFERIOR
|
||
TÉRMINOS SÁNSCRITOS
|
SIGNIFICADO
EXOTÉRICO
|
EXPLICACIÓN
|
a) Rupa o Sthula–Sarira
|
Cuerpo físico
|
Es el vehículo de
todos los demás “principios” durante la vida.
|
b) Prana
|
Vida o principio vital
|
Necesario sólo para a,
c, d y las funciones del manas inferior, que abraza todas las
limitadas al cerebro físico.
|
c) Linga Sharira
|
Cuerpo Astral
|
El doble, el
cuerpo fantasma.
|
d) Kâma–Rûpa
|
Centro de los deseos animales
y pasiones
|
Éste es el centro del
hombre animal, donde se halla la línea de demarcación que separa el hombre mortal
de la entidad inmortal.
|
LA TRIADA SUPERIOR,
IMPERECEDERA
|
||
TÉRMINOS SÁNSCRITOS
|
SIGNIFICADO
EXOTÉRICO
|
EXPLICACIÓN
|
e) Manas, principio dual
en sus funciones
|
Mente, inteligencia;
es la mente humana superior, cuya luz o radiación une la mónada, durante
la vida, al hombre mortal.
|
El estado futuro y el
destino kármico del hombre dependen de la gravitación de manas hacia abajo (a
Kâma–Rûpa, centro de las pasiones animales), o bien hacia arriba, a Buddhi,
el Ego espiritual. En el último caso, la conciencia más elevada de las aspiraciones
espirituales individuales de la mente (manas), asimilándose a Buddhi,
son absorbidas por éste y forman el Ego que pasa al estado de
felicidad devacánica (En el Buddhismo Esotérico de
Mr. Sinnett, d, e y f son llamadas respectivamente el alma
animal, la humana y la espiritual, lo cual responde también a la idea. Aunque
los principios están numerados en el Buddhismo Esotérico, esto,
estrictamente hablando es inútil. Sólo la Mónada dual (Âtma Buddhi) es
susceptible de ser considerada como los dos números superiores (el sexto y el
séptimo). En cuanto a todos los demás, como sólo aquel “principio” que
predomina en cada hombre ha de considerarse como el primero y el principal, ninguna
numeración es posible, por regla general. En algunos hombres es la
inteligencia superior (manas o el 5º ) la que domina al resto; en otros, es
el alma animal (Kâma–Rûpa) quien reina en absoluto
manifestando los
instintos más bestiales, etcétera.)
|
f) Buddhi
|
El Alma Espiritual
|
El vehículo del
Espíritu puro universal.
|
g) Âtma
|
El Espíritu
|
La unidad con lo Absoluto,
como radiación suya.
|
|
Ahora bien; ¿qué nos
enseña Platón? Habla del hombre interno como hecho de dos partes: la
una inmutable y siempre la misma, formada de igual substancia que la
Deidad; y la otra, mortal y corruptible. Esas dos partes encuéntrense en
nuestra tríada superior y en el cuaternario inferior (véanse
las tablas). Explica Platón que cuando el alma, psuche, “se une al Nous
(espíritu o substancia divina) (Pablo llama al Nous
de Platón “espíritu”; pero, como ese espíritu es “subsistencia”,
evidentemente es a Buddhi
a
quien se refiere y no a Âtman, ya que en ningún caso puede llamarse “substancia”
a la última, filosóficamente. Incluimos a Âtma en los “principios humanos”
para no crear mayor confusión. En realidad, no es principio humano “alguno”,
sino el principio Absoluto universal, del que Buddhi, el Espíritu–alma,
es vehículo)., obra recta y
felizmente en todas las cosas”; pero que sucede lo contrario cuando se deja
arrebatar por anoia (la locura o alma animal irracional).
Tenemos pues, aquí, Manas
(o el alma en general) en sus dos aspectos:
cuando se adhiere a anoia (nuestro Kâma–Rûpa o “alma animal” en el Buddhismo
Esotérico), corre hacia su completo
aniquilamiento en lo que concierne al ego personal; pero cuando se une al Nous
(Atma–Buddhi), se funde en el Ego
inmortal e imperecedero, y entonces la conciencia espiritual de lo que era
la personalidad convierte en inmortal.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario